El presidente del Partido Nuevo Progresista (PNP) y aspirante a la gobernación, Ricardo Rosselló Nevares, admitió que la aprobación de la junta de control fiscal “es la mejor evidencia de la falta de credibilidad que ostenta el liderato político del Partido Popular Democrático (PPD)” y que “no es buena para Puerto Rico, pero es lo que estaba sobre la mesa”.
“El Congreso ha determinado que esta administración, encabezada por Alejandro García Padilla y David Bernier, es incapaz de trabajar en las reformas necesarias para salir de la crisis… Me he opuesto a esta junta por múltiples razones y seguiré llevando la voz de alerta al Congreso, particularmente en el Senado, adonde ahora pasa la medida”, advirtió.
No obstante, dijo que “es importante señalar que la actividad congresional toma en consideración la posición de la administración incumbente y, en este caso, el gobernador García Padilla ha endosado la medida. Mi compromiso es que una vez electo, junto a mi compañera de papeleta Jenniffer González, trabajaremos con los cambios necesarios a este proyecto”.
Reiteró que es forzoso que la legislación “incluya nuevas iniciativas y se convierta en uno más justo para el pueblo de Puerto Rico, incluyendo un camino concreto hacia la estadidad. No descansaremos hasta lograr los cambios que Puerto Rico necesita”.
Recordó luego que en sus visitas congresionales pudo apreciar “gran descontento con la medida por distintas razones. Todas las personas con las que me reuní indicaron que entendían que la medida no era buena para Puerto Rico, pero que era lo que estaba sobre la mesa. Por esa razón, propuse que se considerara un proyecto adicional que contemple herramientas de desarrollo económico para Puerto Rico e incluya la creación de empleos”.
Concluyó que seguirá “luchando para lograr igualdad en fondos federales, particularmente los relacionados a la salud y para incentivos que logren levantar nuestra economía y a nuestra sociedad”.