El sistema público de enseñanza del país carece de una política pública clara para el manejo de los casos de trata humana, lo que dificulta el proceso de identificación de casos y toma de acción por parte los trabajadores sociales.
Fue durante un taller de capacitación denominado “Recuperación de las víctimas de la trata humana” a trabajadores sociales del Departamento de Educación (DE) que estos alertaron de la falta de capacitación y apoyo de las agencias gubernamentales para atender esto casos.
Según César Rey Hernández, principal investigador de la trata humana en la Fundación Ricky Martin (FRM), en medio del taller los profesionales “evidenciaron que no hay conocimiento de un protocolo, evidenciaron que no existe una política pública clara y se evidenció que no existen los canales adecuados responsivos al tipo de crimen de esta naturaleza”.
Ante esto el sociólogo fue enfático en que para atajar este crimen desde las escuelas es necesario partir de tres ejes temáticos, que son la educación, la capacitación y la legislación de protocolos de intervención.
“Aquí (en el taller) se evidenció que los pueblos son países distintos. Que lo que pasa en Ceiba no es lo que pasa en Morovis; que lo que pasa en San Sebastián no es lo que pasa en Río Piedras, y eso exige de inmediato una política de integración de protocolos, una definición del problema en sus distintas etapas, una flexibilidad y adaptabilidad de este protocolo. Sobre todo, lo que creo que es lo más importante es la capacitación de los trabajadores sociales. Yo creo que se subestima la labor del trabajador social y sus hallazgos no se integran a la formación educativa”, apuntó.
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Sobre el cómo llevar ese mensaje de prevención a los niños, Rey Hernández dijo que, más que crear un curso sobre la trata humana, se debe integrar en las materias en los doce años de educación. “Es un proceso educativo que va conjuntamente con la formulación […]. Tienen que haber capítulos integrados a Salud, a Ciencias Sociales, a Estudios Sociales, a Historia y a Idiomas. Porque crear un curso de educación es mas difícil; agrava también el currículo; pero, si tú integras un eje temático a través de los doce años, eso te va a dar una perspectiva distinta”.
Entre los casos que los trabajadores sociales relataron estaban el de un pequeño de escuela elemental que brincó la verja y pasó la noche en el plantel porque no tenía dónde dormir, estudiantes con síntomas de malnutrición o olvido y niñas sodomizadas y prostituidas. “Son casos que en el día a día nadie los escucha o se quejan y no tienen efecto, o eso es problema tuyo”, recalcó.
Por su parte, Wanda Vázquez, la procuradora de las Mujeres, dijo estar impresionada ante el relato de que muchos casos no procedían por el desfase en las agencias que deben atender el tema. “Me dolió muchísimo saber cómo ellos hacen su función, y, cuando llaman a las diferentes agencias, no tienen respuestas. Así que vamos a hacer unos adiestramientos dirigidos para que, una vez ellos identifiquen esos casos, no se queden en las libretas de los trabajadores sociales”.
Asimismo, Bibiana Ferraioli, directora ejecutiva de la (FRM), apuntó que la intención del taller es lograr que los trabajadores sociales “puedan identificar el crimen con su nombre y apellido. Eso es un avance en la visibilización de un crimen que cuando comenzamos a combatirlo era un tema tabú”.