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Encontrar en la ciudad esos sabores del campo que tanto nos fascinan y que nos recuerdan los tiempos de antaño cuando nos sentábamos juntos en la mesa para conversar mientras disfrutábamos de los alimentos es una bendición.
Este el concepto que quiso establecer el empresario dominicano Rafael Hidalgo cuando llegó a Puerto Rico con un sueño: tener su propio restaurante. Pero, más que para sentar a los visitantes a comer, deseaba que estos se llevaran de vuelta a casa una experiencia.
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Manos a la obra comenzó a vender sándwiches de plátano en un local pequeño en Carolina.
Sin embargo, el curioso ofrecimiento —dos plátanos enteros aplastados, que sustituyen las dos tapas de pan en un sándwich tradicional, elaborados con distintos tipos de carnes— causó sensación en Carolina.
Tanta fue la acogida que hoy dirige no uno, sino dos restaurantes, a los que bautizó con el nombre El Platanal, “el original”: uno en Carolina y otro en Río Piedras.
Como en las fondas tradicionales, que son accesibles, familiares, folclóricas, artesanales, pero sobre todo sabrosas, El Platanal complace los paladares con más de treinta platos sugeridos en parte por los mismos clientes.
Además de los mencionados sándwiches, otras de las especialidades de la casa son el mofongo y el trifongo (majado de plátano, yuca y amarillos), y las canastas artesanales hechas también de plátano, rellenas con el tipo de carne o marisco que desee el comensal.
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“La canasta es en forma de plato hondo que se rellena con carne, pollo, cerdo, salami, camarones, pulpo, steak, pavo, mariscos mixtos o vegetales. Todos los platos tienen esa forma artesanal, pero con ese sabor real caribeño”, ilustró.
Entre los antojitos con más demanda está la crema de plátano con pedacitos de plátano servida en una caserola de aluminio y los surtidos de frituras, que incluyen bacalaítos, minialcapurrias, salami y queso frito, croquetas, mariquitas, empanadillas mixtas y sorullitos de maíz, que llegan a la mesa en un plato hecho de higüera.
“El sabor cambia completamente cuando se cocina en la casa y con ingredientes frescos. Ese toque caribeño de campo como en la casa de mamá es lo que encuentran los visitantes”, sostuvo Hidalgo al resaltar que entre los dos restaurantes, que celebran su sexto aniversario, se consumen semanalmente de 22 a 25 mil plátanos, al destacar el apoyo a la agricultura local.
Estas delicias las puede acompañar con arroz blanco y habichuelas, arroz apastelado, papitas o tostones, entre otras opciones.
En cuanto a los postres, el flan de plátano y el dulce de lechoza coronado con una flor de queso manchego se han convertido en los favoritos de los asiduos comensales.
Los jugos naturales hechos en la casa, como el de tamarindo, guanábana y el de limón, por mencionar algunos, son otro de los atractivos del lugar.
Al final, el sabor, el servicio y los detalles son los que cuentan. Por esto encontrará que los salones están decorados como las casitas de campo tradicionales, con comedores en madera y paredes de zinc, balcones, racimos de plátanos y caserolas colgantes y las típicas mecedoras, que no podían faltar en las casas de las abuelas.
Dirección y horario:
• Carolina. El Platanal en Carolina está establecido en la avenida 65 Inf. km 5.1 en la marginal Urbanización El Comandante. Teléfono 787-250-8199.
• Cupey. El Platanal en Cupey está situado en la carretera #1, marginal calle Bori, al lado del antiguo Logan’s Irish Pub. Teléfono 787-276-1111.
• Horario. Abierto de domingo a jueves de 10:00 a. m. a 11:00 p. m.; y viernes y sábados hasta las 12:00 de la medianoche.
