Tenía una columna ya lista para esta semana, pero los hechos recientes me obligan a guardar las letras ya escritas (que sé que los iban a poner a pelear más que la ex de Cosculluela) y sentarme a redactar esto antes de ir a pasarme blower.
Quiero tomar un momento para darle un aplauso a la Policía de Puerto Rico por lograr que nos olvidemos de todos los temas políticos y siempre darnos de qué hablar. Gracias a la Policía, mis panas y yo tuvimos tema de conversación el jueves mientras compartíamos refrigerios.
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Y es que tengo que decirlo: qué talento tiene esa oficial de las fotos; esa muchachita tiene una clase que se acabó… Ah, y patriota como ella sola. Todavía no sé si le gana a Tatiana Pratts, esa jovencita que hace como cinco meses me sirvió como inspiración para el hashtag #PoliPorno, pero sé que se van a las manos.
Entonces, ¿usted sabe cuáles son las palabras que aparecen en los logos de la policía? ¿No? Dos palabras mueven a La Uniformada: protección e integridad.
La primera, creo que la logran. Aunque peleemos con la Policía y aunque es un hecho que cuando tengo una patrulla detrás me pongo tan nerviosa que parece que tengo 10 libras de heroína en el carro, debemos aceptar que hay muchos oficiales (la mayoría) que hacen su trabajo. El problema es que siempre escuchamos de los malos (o en este caso de las calenturientas).
Sin embargo, siento que después de todas las fresquerías que hemos presenciado de parte de algunos integrantes de la policía, hay dos o tres a los que la palabra “integridad” les queda un poquito grande.
Según la Real Academia Española, decir que una persona es íntegra es decir que es recta e intachable. Déjeme decirle una cosa, en esas fotos solo había una cosa recta, y no era la oficial. ¿Intachable? Intachables son esas fotos de la Internet y de los celulares.
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No se puede culpar a todos los policías, ni mucho menos al superintendente José Caldero. Nadie tiene la culpa de que ella considere que es una buena idea tomarse fotos sexuales con el uniforme puesto (porque si no hubiese tenido la camisa de la Policía las fotos pasaban sin pena ni gloria)… En honor a la verdad, ya Caldero me da hasta pena, él llegó con las mejores intensiones, pero su equipo es candela.
Mis niñas (y bueno, niños también), ya se los he dicho. ¿Usted quiere tomarse fotos? Pues debe estar bien consciente de que existe una posibilidad bien grande que las mismas se vuelvan públicas. No voy a decir que está bien o mal tomárselas, eso es decisión de usted, yo no lo hago porque no es mi estilo y porque siempre he tenido complejo de gordita. Pero si usted se siente ‘jeva’ y se quiere tomar fotos para que su ser amado pueda apreciar ese cuerpo que Dios le dio, recuerde que en cualquier momento esas fotos las pueden ver desde su mamá hasta sus hijas.
Ah, y antes de que dos o tres se vuelvan locas y me digan que ella es una víctima porque envió esas fotos a su pareja y él, en un ataque de cuernos, las publicó, déjeme hacerle una pregunta: Si la situación fuese al revés, ¿también verían al hombre como una víctima? Creo que no, le estuvieran diciendo “fresco” por todas las redes sociales.
Finalmente, en cuanto a la Policía de esta joya caribeña solo me queda decir una cosa: o limpian la casa o abren una compañía de video e imágenes porno (así por lo menos hacen unos cuantos chavitos).