El hecho de tener dos hijas menores con Keith Urban pudo haberla influenciado y con el rol de la villana Millicent Clyde en la nueva película Paddington, Nicole Kidman se suma a la lista de las malvadas más famosas del cine infantil, como Julia Roberts en Mirror Mirror y Angelina Jolie en Maleficient.
¿Leyeron tus hijas los libros originales de Paddington? ¿Hasta qué punto te persuadieron para que aceptaras participar en esta versión del cine?
—Para mí fue maravilloso hacer una película así. Pasé los mejores momentos. Pero sí, mis hijas ahora leen los libros del Oso Paddington, aunque yo también crecí leyendo los mismos libros, soñando con tener mi propio osito Paddington. Y, finalmente, conseguí uno de verdad.
¿Ya viste la versión final de la película con tus hijas? ¿Les gustó?
—Sí. Les encanta.
¿Pero no se asustaron tus hijas al verte en el personaje de la malvada en el filme?
—Salió todo bien porque ellas habían estado conmigo en el estudio durante el rodaje. Al principio fue como decir: “No, no, no. Por favor, no seas la que quiere lastimar al oso”. Pero ahora ellas entienden cómo funciona el cine detrás de las cámaras. Y, extrañamente, a mi hija de seis años le encantan los personajes de villanos…, y es algo que me preocupa. Pero también me decía: “Me encanta el pelo rubio”. Esa era su posición. Fue maravilloso porque también pude ver la película con mi madre, que ya tiene 74 años, además de mis hijas que tienen 4 y 6 años. Y las tres se reían al mismo tiempo.
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Producida por los productores de Harry Potter, Paddington cuenta la historia de un joven osito que pierde su casa en la selva peruana por un terremoto y se va hasta Inglaterra en busca de un nuevo hogar, adoptando el nombre de la estación local de tren Paddington. Ahí encuentra refugio con la familia de Henry (Hugh Bonneville) y Mary Brown (Sally Hawkins), aunque la más interesada en capturarlo es la taxidermista Millicent Clyde, que interpreta Nicole Kidman.
¿Pasaste por alguna preparación o investigación especial para interpretar el personaje?
—Mi personaje es exactamente una taxidermista y trabajamos a partir de eso, pero la investigación debe haberme llevado una hora (risas). Eso sí, aprendí a tirar cuchillos, aunque después terminaron cortando las escenas de la película.
¿En algún momento dudaste de tu actuación?
—Siempre dudo, en todo.
¿Todavía hoy, después de tantos años de experiencia, con un Óscar en casa?
—Sí. Es lo que también me motiva, porque el resultado cambia sabiendo que se puede lograr algo. Además, sería demasiado arrogante. Es mejor ponerse del lado inseguro, esperando que otros me enseñen, para poder aprender más. Hay momentos en que siento que estoy en una montaña rusa, juntando valor para tirarme de cabeza, sin miedo de caerme. Los primeros días de un rodaje es cuando realmente deseo tirarme.
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