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Donald Trump regresa a Nueva York como presidente de los Estados Unidos

Es la primera vez que visita su ciudad desde que juramentó como presidente.

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El presidente Donald Trump regresó hoy a Nueva York, por primera vez desde que llegó a la Casa Blanca, para participar en una conmemoración histórica que sirvió para resaltar los lazos que unen a este país con Australia.

El acto se llevó a cabo a bordo de un viejo portaaviones, el “Intrepid”, atracado en un muelle de Manhattan y que sirve como museo naval desde que dejó de operar, en 1974, y a donde llegó el gobernante para pasar varias horas en su ciudad natal.

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Su huésped fue el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, con quien tuvo a fines de enero una áspera conversación telefónica por disparidad de criterios sobre políticas de refugiados y que, según algunos medios, terminó a la mitad del tiempo programado.

Pero, en realidad, “fue una llamada muy amable”, afirmó hoy Trump al hacerse eco de los informes que publicó la prensa, y negó que hubiera colgado el teléfono, aunque sí reconoció que fue una conversación “un poco tensa”.

Durante la cena de gala a bordo del “Intrepid”, atracado en una orilla del río Hudson, Trump y Turnbull, ambos de esmoquin y acompañados de sus respectivas esposas, dedicaron gran parte de sus discursos a hacer loas sobre los vínculos de sus naciones.

“Pocos pueblos comparten tantos lazos, tanto afecto y tanta amistad como el estadounidense y el australiano”, afirmó Trump.

Turnbull, por su parte, recordó que soldados de ambas nacionalidades han compartido trincheras en muchas guerras y, “hombro con hombro”, han defendido valores como la libertad.
El acto consistió en la conmemoración del 75 aniversario de la Batalla del Mar del Coral, que lucharon Estados Unidos y Australia desde el 4 al 9 de mayo de 1942, con el imperio nipón como enemigo común.

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Esa batalla, considerada como la primera en el uso de portaaviones, constituyó el primer fracaso bélico de las fuerzas japonesas en su ofensiva asiática durante la II Guerra Mundial.

El acto, al que asistieron siete veteranos de esa batalla, estadounidenses y australianos, se realizó después de una reunión privada que mantuvieron los dos gobernantes en la que, según Trump, se hizo un repaso de temas de la agenda internacional.

Hablaron sobre temas “cruciales” como la seguridad nacional de los dos países, el comercio, las políticas de migración y la cooperación económica.

La ceremonia, que se prolongó por más de dos horas, contó con videos para recordar esa batalla y también con un breve mensaje de Rupert Murdoch, el magnate estadounidense de los medios de comunicación, nacido en Australia.

La última vez que estuvo Trump en el “Intrepid” fue el 7 de septiembre del año pasado, cuando participó allí en un foro sobre temas de seguridad que compartió con su rival demócrata en las elecciones del 8 de noviembre, Hillary Clinton.

Al igual que entonces, Trump insistió hoy en su intención de “erradicar el terrorismo” y reforzar el aparato de defensa de Estados Unidos, una labor que, según dijo, comparte Estados Unidos con Australia.

Porque, como dijo hoy Trump, los dos países “son los hijos rebeldes del mismo padre”, que han luchado codo a codo durante muchas décadas para permitir que “sobreviva la democracia”.

Trump regresó a Nueva York tras una ausencia de 104 días, la más larga fuera de la ciudad en toda su vida, aunque esta misma noche tenía programado dormir en una residencia privada del vecino estado de Nueva Jersey, al otro lado del Hudson.

Se espera que en esa residencia, dentro de un club de golf de la localidad de Bedminster, Trump permanezca hasta el domingo, cuando está programado que regrese a Washington.
Mientras Trump cumplía con sus actividades en Nueva York, la ciudad recibió al gobernante con al menos tres manifestaciones de protesta, en las que participaron centenares de personas y que hasta esta noche se habían realizado sin incidentes.

Las manifestaciones tuvieron lugar en las cercanías del lugar donde está atracado el “Intrepid” y en las inmediaciones de la Torre Trump, donde vivía y trabajaba el ahora gobernante antes de alojarse en la Casa Blanca.

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