El congresista Luis Gutiérrez dijo hoy que “era tiempo” de que el gobernador Ricardo Rosselló le pidiese a la Junta de Supervisión Fiscal acogerse a la ley federal Promesa que abre la posibilidad a un proceso de quiebra tutelado por la justicia para dar solución a una deuda de 70,000 millones de dólares.
“La capacidad de reestructurar la deuda de Puerto Rico es verdaderamente el único remedio de Promesa con significado”, sostuvo Gutiérrez en un comunicado de prensa desde Washington.
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Gutiérrez, representante del Congreso del cuarto distrito de Illinois, indicó que “la pérdida de soberanía, el descontrol, la austeridad severa y los pagos a los acreedores significaba un precio muy alto para pagarle a Promesa”, el cual predijo que “fracasará”.
Sin embargo, el veterano político y miembro del Comité de lo Jurídico indicó que las cláusulas de bancarrota requerirán que los acreedores pagar al menos un pequeño precio por expropiarse y beneficiarse de Puerto Rico y el mercado de bonos municipales.