WASHINGTON – Alex Acosta fue juramentado el viernes como secretario de Trabajo, con lo que con lo que se ocupó un puesto más del gabinete apenas en la víspera de cumplirse el 100mo día del actual gobierno.
El Senado confirmó la designación de Acosta el jueves por la noche por 68 votos contra 31. La mayoría contó con el apoyo de ocho demócratas y un independiente.
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“Se trata de hallar y ayudar y apoyar los empleos y el crecimiento del empleo”, dijo Acosta en un acto presenciado por su familia.
Hijo de inmigrantes cubanos, Acosta es el 27mo secretario de Trabajo, al frente de un departamento enorme que obliga a cumplir más de 180 leyes laborales que afectan a 10 millones de empleadores y 125 millones de trabajadores.
El senador republicano Tim Scott expresó en un comunicado la esperanza de que Acosta se concentre en “promover políticas laborales libres de regulaciones federales innecesariamente onerosas”.
Los demócratas dijeron que el secretario de Trabajo debe ser un defensor de los trabajadores, a quienes el presidente Donald Trump hizo tantas promesas durante su campaña electoral, pero que Acosta no ha hecho semejante compromiso.
“Acosta falló en esta prueba fundamental”, tuiteó la senadora demócrata Elizabeth Warren.
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Acosta ha sido fiscal federal, director de derechos humanos en el Departamento de Justicia y miembro de la Junta Nacional de Relaciones Laborales. Llegará al cargo con un historial relativamente poco claro sobre algunos de los asuntos cruciales en la agenda del Departamento del Trabajo, tales como si se debe ampliar el grupo de trabajadores estadounidenses elegibles para pago de tiempo extra.
Acosta no era la primera opción de Trump para el cargo. El ex director general de la industria de la comida rápida, Andrew Puzder, retiró de consideración su nombre el mes pasado, en la víspera de la votación sobre su confirmación, después de que se volvió un dolor de cabeza para el nuevo gobierno.
Puzder admitió que contrató a una empleada doméstica no autorizada para trabajar en Estados Unidos y que no pagó los impuestos relacionados sino hasta años después _luego de que Trump lo nominó_, y estuvo bajo fuego de los demócratas por otros asuntos relacionados con su compañía y su vida privada.
El ascenso de Acosta llegaría en un momento crucial para Trump, justo dos días antes de que llegue a la simbólica cifra de 100 días en el poder. La Casa Blanca ha buscado llegar a ese umbral con su propia lista de logros de Trump.