TORONTO (AP) — El cirujano plástico Rodrigo Muñoz pensó mucho en Donald Trump al decidir a dónde ir a esquiar.
Ya había esquiado en Nevada y Nuevo México, pero lo que él y muchos otros perciben como actitudes hostiles del presidente estadounidense hacia México lo hicieron buscar un clima más hospitalario donde gastar su dinero. Y optó por hacerlo en las montañas Rocosas de Canadá.
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“No quiero ir a un país que no acepta a la gente de mi país”, explicó Muñoz a su regreso de un viaje de una semana a Canadá.
Muchos otros mexicanos piensan lo mismo. Canadá ha registrado un aumento en las visitas de mexicanos desde diciembre, en que dejó sin efecto el pedido de visas vigente desde el 2009. El cambio fue planeado antes de las elecciones de Estados Unidos, pero el incremento en los visitantes mexicanos es visto como un reflejo de las buenas relaciones entre Canadá y México, en momentos en que Trump promueve la construcción de un muro a lo largo de la frontera mexicano-estadounidense, refuerza las medidas contra los extranjeros sin permiso de residencia y habla de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado en1994 y que cimentó las relaciones comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá.
La retórica de Trump no cae bien entre los mexicanos, ni siquiera entre los de posición acomodada, que pueden viajar al exterior para hacer turismo, por negocios o a estudiar.
“En estos momentos, realmente no me pasa por la cabeza viajar a Estados Unidos”, señaló Gabriel Leal, quien trabaja en relaciones públicas en la Ciudad de México. “Muchos amigos han cancelado viajes a Estados Unidos y se fueron en cambio a Whistler”, un resort canadiense de esquí que según él es un “destino cada vez más popular” entre los mexicanos.
La cantidad de visitantes mexicanos a Canadá subió casi un 70% en diciembre, de los 18.905 de diciembre del 2015 a los 30.268 de diciembre pasado, cuando todavía se pedía visa, según cifras del gobierno. En Whistler hubo un incremento del 25% en turistas mexicanos y se espera que siga aumentando durante la temporada alta, de acuerdo con Shawn Lang, de la oficina de turismo de Whistler.
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El incremento de mexicanos obedece a varias razones, incluido el hecho de que el dólar canadiense se ha desvalorizado y el aumento en los vuelos de Aeoroméxico desde que no se pide visa. En lugar de la visa solo se requiere una autorización electrónica que cuesta menos de 10 dólares.
El gobierno mexicano ya venía promoviendo una relación más cercana con Canadá desde antes de las elecciones estadounidenses, cuando la candidatura de Trump cobraba fuerza.
El embajador de México en Canadá Agustín García López Loaeza dijo que las relaciones con Canadá están mejor que nunca. Declaró a la Associates Press que los mexicanos se sintieron “traicionados” cuando el Partido Conservador del primer ministro Stephen Harper empezó a exigirles visa en el 2009 debido al aumento en la cantidad de mexicanos que estaban pidiendo asilo en Canadá.
Más de 9.400 mexicanos solicitaron asilo en el 2008, una cuarta parte de ellos en Canadá. Solo el 11% de las solicitudes fueron aprobadas y se ordenó la deportación del resto. Cuando se dispuso que los mexicanos debían pedir visas, mermaron mucho los pedidos de asilo y también la cantidad de visitantes mexicanos.
Muñoz dijo que tramitar la visa era algo engorroso y tomaba tiempo.
Este fue el primer viaje del cirujano a Canadá y si bien se lesionó una rodilla en su última salida a esquiar, le pareció que los canadienses son más amables que los estadounidenses. “No pienso ir a Estados Unidos a corto plazo”, aseguró.
El Partido Liberal que ocupa hoy el gobierno, del primer ministro Justin Trudeau, decidió eliminar un factor irritante en las relaciones con México y logró que los mexicanos abriesen sus mercados a la carne vacuna canadiense. Por ahora no ha habido un aumento en la cantidad de solicitudes de asilo. En diciembre hubo solo 81.
Tampoco hay indicios de que los mexicanos están usando Canadá para ingresar a Estados Unidos, de acuerdo con David Long, vocero del Servicio de Protección de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos en Buffalo, estado de Nueva York. Esa dependencia detuvo a 1.169 mexicanos en la frontera norte en el 2016, pero se cree que la mayoría de ellos vivían en la zona.
Canadá tiene políticas inmigratorias parecidas a las de Estados Unidos y quienes no tienen residencia legal pueden enfrentar los mismos problemas que en Estados Unidos.
Nora Trueba y su esposo, Israel Ochoa, ambos mexicanos, vinieron a Canadá en su luna de miel hace 11 años y decidieron quedarse. Tuvieron tres hijos en Toronto. Pero él fue pillado y se ordenó su deportación, que está apelando por razones humanitarias en vista de que sus tres hijos son canadienses. Se espera que su caso se defina este mismo mes. Trueba dijo que ella y sus hijos se irán si su marido es deportado a México.
Otros que viven aquí y también gente de visita dicen que encuentran una atmósfera amistosa.
“Puedo decir libremente que soy de México y la gente es muy cordial y hablan cosas lindas de mi cultura y de mi país”, dijo Pepe Barajas, quien inmigró de México hace ocho años y tiene un restaurante y un servicio de limpieza en Whistler. “No podría decir lo mismo en Estados Unidos. Te subestiman y no te sientes bienvenido”.