El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, envió hoy una carta a 17 bancos e instituciones financieras estadounidenses y extranjeras a las que insta a dejar de financiar el polémico oleoducto Dakota Access.
“Este oleoducto no solo representa una amenaza para el medioambiente, sino para los derechos humanos, tribales y de acceso al agua de toda la reserva indígena de Standing Rock”, advirtió el alcalde en la misiva.
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El Dakota Access es un proyecto de 3.800 millones de dólares y 1.770 kilómetros, del que ya está construido el 90 %, que llevaría medio millón de barriles de petróleo al día desde los yacimientos de Dakota del Norte a una infraestructura ya existente en Illinois.
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó a finales de enero dos órdenes ejecutivas para resucitar los polémicos proyectos de los oleoductos de Dakota Access y Keystone XL a pesar de las críticas de grupos ecologistas.
En su carta, el alcalde expresa su “honda preocupación” por los riesgos “financieros y de reputación” asociados a financiar Dakota Access, incluido el potencial costo que implicaría que Energy Transfer, responsable del oleoducto, no devuelva los fondos.
“Esa financiación de los bancos representa un riesgo de pérdidas para los fondos de pensiones de la ciudad de Nueva York que tienen más de 165.000 millones de dólares en activos y benefician a más de 700.000 neoyorquinos”, denunció De Blasio.
Para el alcalde, no solo sería “deplorable” permitir que esos fondos corran el riesgo de asociarse a un proyecto “tan peligroso y equivocado”, sino que sería “lamentable” que Standing Rock se vea amenazada por la “avaricia de un puñado de ejecutivos petroleros”.
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Dakota Access fue paralizado por el anterior Gobierno de Barack Obama en medio de la fuerte oposición de Standing Rock, que denuncia que echará a perder tierras que consideran sagradas y contaminará las aguas del río Misuri de las que depende su modo de vida.
La oficina del alcalde precisó en un comunicado que la carta del alcalde fue enviada a Wells Fargo, BNP Paribas, Citibank, ING, BBVA Securities o Societe General, entre otros bancos e instituciones financieras implicadas en el proyecto.