Las controversias en torno a la presidencia de Donald Trump han alcanzado todos los niveles, incluida la forma respecto a cómo un mandatario debe saludar a otro mandatario en el contexto de un viaje oficial o evento oficial.
La pasada semana, la manera en que Trump apretó la mano del primer ministro japonés, Shinzō Abe, fue objeto de análisis y críticas en las redes sociales.
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Sucedió lo mismo a principios del mes de febrero, cuando el mandatario tuvo un extraño apretón de manos con Neil Gorsuch, su nominado a la silla vacante en el Tribunal Supremo de Estados Unidos.
Pero este pasado lunes la historia tomó un rumbo distinto, con la visita del primer ministro canadiense, Justin Trudeau. A su llegada, ambos mandatarios extendieron la mano y aunque Trump parecía hacer fuerza para mostrar dominio del saludo, Trudeau logró mantener el control de la situación.
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Lo mismo sucedió dentro de la Oficina Oval, donde el saludo se mantuvo al centro de ambos mandatarios, manteniendo Trudeau el control del saludo, no como había sucedido en otras ocasiones en que Trump dominaba por completo la dirección y la fuerza con que se estrechaban las manos.
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En las redes sociales no han perdonado la forma de saludar de Trump y hasta han desarrollado animaciones inspiradas en la supuesta manera en la que Trump estrecha su mano a otros mandatarios y funcionarios.
