MOSUL, Irak – Primero los diminutos drones sobrevuelan observando a los soldados iraquíes. Luego los pequeños aparatitos regresan para dejar caer pequeños explosivos que siembran pánico entre las fuerzas de seguridad. E incluso para ayudar a guiar al automóvil de un atacante suicida hacia su objetivo.
La organización Estados Islámico ha estado usando con mucha eficacia los drones y se espera que siga manteniéndose a tono con las nuevas innovaciones tecnológicas. Ha estado invirtiendo fuertes sumas en la tecnología a pesar del acoso de las fuerzas de la coalición internacional que la combate, según las autoridades militares iraquíes. El grupo extremista está pirateando drones comprados en negocios, usando rigurosos protocolos para ensayarlos y tácticas similares a las empleadas por los drones estadounidenses para compensar en parte la pérdida de combatientes y adaptarse a las nuevas circunstancias ahora que le cuesta más conseguir progresos en tierra firme. La Associated Press visitó un depósito esta semana en el barrio de Shura, el taller de drones más grande de que se tenga noticias por ahora, y vio constancias de compras por miles de dólares en equipo para drones. Un recibo de hace algunos meses, de antes de que comenzase la operación de reconquista de Mosul, mostraba la compra de cables, silicona, enchufes, rotores y cámaras GoPro. Había asimismo recibos por compras de pollo frito, taxis y reparaciones por problemas con el agua caliente. Entre los papeles había partes de los drones. La mayoría fueron destruidos por el propio EI en su retirada, según los iraquíes. Pero todavía se veían pedazos de poliestierno extruido, aletas y transmisores de radio. Algunas notas indicaban que los operadores de los drones debían escribir informes diarios de sus misiones e informes mensuales de “los retos y dificultades” que enfrentan. En total se han encontrado media docena de talleres donde se fabrican o modifican drones en Mosul. Otros documentos encontrados también este mes en una pequeña fábrica improvisada revelan que el EI está probando drones pequeños, de juguete, para ver si puede usarlos con fines mortales. La investigadora Vera Mironova, que descubrió esos documentos, dice que revelan la existencia de un programa que hace que los aparatos hagan lo que no pueden hacer sus hombres por falta de personal. Había cámaras, cargadores, cables para cargar baterías, laptops, explosivos y otros elementos. Mironova, quien trabaja con la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard, dijo que el uso de drones para dejar caer explosivos y para dirigir otras misiones más mortíferas revela cómo el EI está adaptándose a la pérdida de gente. Al principio de los combates en Mosul, utilizaba libremente atacantes suicidas más para asustar a la gente que para matarla. Pero las bajas que sufrió lo obligó a buscar otras alternativas. Las fuerzas de seguridad iraquíes dicen que el EI está usando drones para tareas de vigilancia desde comienzos del 2015 en Ramadi, en la provincia occidental iraquí de Anbar. Los primeros indicios de las nuevas tácticas llegaron a principios del 2016, cuando fuerzas turcas del norte de Irak vieron sobrevolar drones que parecían juguetes y 15 minutos después fueron atacadas con mucha precisión, de acuerdo con Jonathan Schroden, director del Centro para la Estabilidad y el Desarrollo del Centro para Análisis Navales. “A partir de entonces quedó bastante claro lo que querían hacer”, dijo Schroden. “Van a tratar de seguir imitando lo que han hecho las fuerzas armadas de Estados Unidos y Occidente con los drones. Tratarán de integrarlos a su cadena mortífera”. Las calles de Mosul están llenas de escombros y los drones pueden ser usados para dirigir al personal de tierra, incluidos atacantes suicidas. Los aparatos cargados con explosivos no hacen tanto daño, pero siembran pánico entre los soldados que combaten al EI. “Primero hacen misiones de reconocimiento y después vienen con bombas”, dijo el mayor Firas Mehdi, quien resultó herido en las piernas en un ataque con drones en diciembre. Un oficial de las fuerzas especiales de seguridad iraquíes dijo a la AP esta semana que al menos tres soldados iraquíes habían muerto en ataques con drones y varias docenas habían resultado heridos. El brigadier general Haider Fadhil, de las fuerzas especiales, dijo que además de realizar misiones de reconocimiento y de dejar caer bombas, los drones están siendo usados para guiar autos con bombas en tiempo real. “Les dan instrucciones por radio a los atacantes suicidas y observan la marcha de la misión mediante videos”, indicó. “Muchos de los aparatos fueron abatidos por nuestras fuerzas y podemos interceptar sus frecuencias, lo que hace que algunos se estrellen”, agregó. Un oficial iraquí de inteligencia que habló a condición de no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar con periodistas dijo que cree que la mayoría de los drones fueron comprados en Turquía e ingresados a Irak de contrabando a través de Siria. Otros son construidos de cero. “Algunos tienen diseños muy sencillos”, señaló. Los aparatitos voladores aparecen en varios videos del EI durante misiones para observar los movimientos de los soldados iraquíes y dirigiendo ataques suicidas con automóviles. Mironova dice que el EI es muy creativo. “Es sorprendente ver como imitan lo que hacen los militares occidentales usando solo tecnología que consiguen en cualquier negocio”, expresó Schroden.