WASHINGTON – Los republicanos en el Senado cerraron filas en torno al nominado del presidente Donald Trump para la Corte Suprema, mientras los demócratas indicaron que se opondrán al nombramiento del juez conservador.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, elogió la postulación de Neil Gorsuch, quien ha trabajado en la Corte de Apelaciones del 10mo Circuito en Denver desde 2006, tras haber sido designado por el presidente George W. Bush. Alguna vez trabajó en la Corte Suprema como auxiliar de juez. A los 49 años, Gorsuch es el nominado más joven al máximo tribunal de la nación en un cuarto de siglo. Eso quiere decir que de ser confirmado, posiblemente influirá sobre las decisiones judiciales durante décadas. Gorsuch “tiene un historial impresionante y una larga experiencia aplicando cabalmente la ley y la constitución”, dijo McConnell. En tono similar se expresaron otros republicanos de la cámara alta. Pero los demócratas dejaron en claro su oposición, insistiendo en que Gorsuch, hijo de un ex asesor del presidente Ronald Reagan, tiene que demostrar que refleja las opiniones de la mayoría del país. Los demócratas están indignados por la manera como los republicanos trataron al designado por el entonces presidente Barack Obama para ocupar la banca vacante en el tribunal el año pasado, rehusándose siquiera a celebrar una audiencia o una votación en torno al postulado, el juez Merrick Garland. En lugar de ello, la banca permaneció vacante por 10 meses y el tribunal funcionó con sólo ocho magistrados, mientras McConnell insistía en que la decisión debería quedar en manos de quien ganara las elecciones. “Esta es una plaza robada, que la está tratando de llenar un postulado ilegítimo y de ideas extremistas, y haré todo en mi poder para resistir este asalto contra el máximo tribunal”, declaró el senador demócrata Jeff Merkley. El lunes, antes del anuncio, Merkley anunció que demorará el proceso y obligará a los republicanos a encontrar 60 votos para aprobar al candidato. Los candidatos cuentan con una mayoría de 52 votos contra 48 votos en la cámara alta. El líder de los demócratas en el Senado, Charles Schumer, no ha dicho si respaldará una táctica dilatoria que obligaría a los republicanos a conseguir 60 votos. Pero después del anuncio dijo que el Senado “debería insistir” en que la decisión se haga con 60 votos, lo que obligaría a McConnell a tratar de persuadir a algunos demócratas. Y cualquier senador puede aplicar una táctica dilatoria. Los demócratas están bajo intensa presión de los sectores liberales para desafiar cualquier nominado que postule Trump. En el momento en que se hacía el anuncio, cientos de personas protestaban frente a la vivienda de Schumer en Brooklyn, pidiendo que votara en contra de cualquier designado al gabinete o a la Corte Suprema.