Dylann Roof, hallado culpable de la matanza en una iglesia negra de Charleston, habló el miércoles por primera vez al jurado durante su juicio de pena capital, asegurando que está mentalmente sano y que no trata de ocultar nada. Quizás lo más importante fue lo que no dijo: Roof no pidió que los jurados lo libraran de la pena de muerte.
El mes pasado, el jurado halló culpable de manera unánime a Roof de delitos de intolerancia racial y otros cargos por la muerte a tiros de nueve miembros de una histórica iglesia negra mientras sus miembros realizaban un estudio bíblico. El jurado decidirá ahora si es que él debe de ser sentenciado a cadena perpetua o pena capital.
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“Mi declaración inicial va a parecer un poco fuera de lugar”, dijo el joven blanco de 22 años, con voz tranquila, mientras estaba parado enfrente de un podio y a de rato en rato veía unos apuntes. “No les voy a decir… aparte del hecho de que confío en personas en las que no debería y el hecho de que probablemente soy mejor en ponerme en vergüenza a mí mismo que nadie más, no tengo nada malo psicológicamente”.
Los abogados de Roof han indicado que su cliente escogió representarse a sí mismo durante la fase de sentencia de su juicio porque le preocupaba que ellos presentaran evidencias que lo avergonzaran a él y su familia.
Ellos no han dicho qué evidencias podrían ser estas, pero desde el verano pasado habían planeado presentar evidencia de que Roof sufre de una enfermedad mental. Desde entonces, muchas mociones han sido archivadas y selladas, supuestamente para ocultar información delicada.
Por lo que él mismo ha escrito, Roof no cree en la psicología. En un diario que se leyó en corte durante su juicio, Roof calificó la especialidad como “un invento judío” que “no hace nada sino inventar enfermedades y decirle a la gente que tiene problemas cuando no los tiene”.
Los fiscales dicen que Roof merece la pena de muerte porque con el mayor dolor posible escogió enfocarse en gente vulnerable durante un estudio bíblico en el templo Emanuel AME, en junio de 2015.
Roof se sentó con miembros de la iglesia por unos 45 minutos y esperó hasta que sus ojos estuvieran cerrados para dispararles. Él le dijo a Polly Sheppard, una de las supervivientes, que quería dejarla viva para que contara al mundo sobre por qué atacó a la histórica iglesia negra. Él afirmó: “ustedes están violando a nuestras mujeres y tomando el país”.