Al menos 60 presos murieron —entre ellos varios decapitados y desmembrados— durante un motín en una cárcel del estado de Amazonas, en el norte de Brasil, informaron las autoridades estatales el lunes.
El secretario de Seguridad Pública del estado, Sergio Fontes, dijo que un número no confirmado de internos escapó durante el motín en el complejo penitenciario de Anisio Jobin.
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Varios guardias de la prisión fueron tomados temporalmente como rehenes.
“Esta es la mayor masacre en una prisión en la historia de nuestro estado”, dijo Fontes durante una conferencia de prensa. El motín comenzó el domingo por la tarde y duró hasta el lunes por la mañana.
Dos de los grupos delictivos más grandes de Brasil comenzaron el año pasado a disputarse el control de varias prisiones y las autoridades en Amazonas creen que esa es la razón detrás del primer disturbio de 2017.
Fontes dijo que los presos hicieron pocas demandas para acabar con el motín, lo que indicaría una matanza organizada por miembros de una pandilla local contra los de otra que tiene su sede en Sao Paulo.
El secretario dijo que los agentes encontraron un agujero en una pared de la prisión a través de la cual creen que se ingresaron armas al edificio.
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Fontes confirmó que muchos de los muertos habían sido decapitados. El juez Luis Carlos Valois, que negoció el fin del disturbio con los presos, dijo que vio muchos cadáveres desmembrados.
“Nunca vi algo así en mi vida, todos esos cuerpos, la sangre”, escribió Valois en Facebook.
El juez agregó que durante las negociaciones, los reclusos solo pidieron no ser transferidos, asegurarse de que no fueran atacados y mantener sus derechos de recibir visitas.
El motín terminó después de que los reclusos liberaran a los últimos 12 empleados de la prisión que habían retenido, añadió Valois.
En otra prisión de Amazonas, 87 presos escaparon en las primeras horas del lunes, añadió Fonte. Uno de los internos publicó una foto en Facebook mientras salía de la prisión.