Puertorriqueño que brincó verja de Casa Blanca llegó más lejos de lo informado

Los diarios The Washington Post y New York Times dicen que el intruso puertorriqueño que escaló una verja para penetrar en la Casa Blanca llegó más lejos dentro de la mansión de lo que ha reconocido el Servicio Secreto.

Citando a tres personas familiarizadas con el incidente y un asistente legislativo —todos sin identificar_, los diarios dijeron que el boricua Omar J. González, de 42 años, logró pasar al guardia en la puerta delantera y llegó al East Room, que está en la mitad de la planta baja del edificio. A final de cuentas González fue “apresado” por un agente, según el Post, que fue el primero en reportar la noticia.

Horas después de la intrusión, el vocero del Servicio Secreto, Ed Donovan, dijo a The Associated Press que el sospechoso había sido aprehendido justo al pasar las puertas del pórtico norte de la Casa Blanca.

El Servicio Secreto dijo además esa noche que el sospecho no estaba armado, aseveración que se reveló al siguiente día que fue falsa cuando funcionarios admitieron que González tenía una navaja cuando fue arrestado.

Para llegar al East Room, González habría tenido que recorrer el pasillo de la entrada principal, hacer un giro y avanzar por el corredor central hasta la mitad de la planta baja del edificio, que tiene un largo de 52 metros (168 pies), según la Asociación Histórica de la Casa Blanca.

Julia Pierson, directora del Servicio Secreto, tiene programado declarar el martes ante una comisión de la Cámara de Representantes por primera vez desde el incidente del 19 de septiembre. Se espera que los detalles nuevos sobre hasta dónde llegó el intruso dominen las indagaciones de los legisladores.

Un portavoz del Servicio Secreto rechazó hacer comentarios sobre los detalles más recientes debido a que la investigación está en curso.

Fue una falla de seguridad que podría haber tenido consecuencias graves si el intruso hubiera estado fuertemente armado y si el presidente y su familia hubieran estado en la residencia. Nadie resultó herido en el incidente, pero no es el primero en la Casa Blanca, lo cual suscita la interrogante de si la falla más reciente es parte de un patrón de reacciones demoradas a amenazas a la mansión ejecutiva. El Servicio Secreto dice que ese no es el caso y el presidente Barack Obama ha expresado su confianza en el Servicio Secreto.

El Post reportó durante el fin de semana que el Servicio Secreto no respondió de inmediato a disparos realizados en la Casa Blanca en 2011, entre lo que la agencia describe como incertidumbre sobre dónde se originaron. Cuatro días después se descubrió que al menos uno de los disparos rompió el vidrio de una ventana en el tercer nivel de la mansión, dijo el Servicio Secreto.

En el momento de la falla de seguridad de 2011, el presidente y la primera dama Michelle Obama estaban de viaje, pero sus hijas estaban en Washington, una en casa y la otra llegaría esa noche.

Oscar R. Ortega Hernández, de Idaho, fue sentenciado a 25 años de prisión por el caso de 2011.
 

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