NUEVA YORK — Tubos y filamentos diminutos hallados en rocas canadienses pudieran ser los fósiles más antiguos que se conocen.
Los científicos dicen que son restos mineralizados de lo que parecen ser bacterias que vivieron entre 3.770 y 4.280 millones de años atrás. Son más antiguos que ciertas estructuras halladas en rocas de Groenlandia en agosto del año pasado, y que serían fósiles de hace 3.700 millones de años. Esas conclusiones sobre vida ancestral no son tan claras como, digamos, excavar un hueso de dinosaurio. La cuestión es siempre determinar si las formaciones en la roca fueron hechas por organismos vivientes. El nuevo estudio no ha convencido a todo el mundo. Los resultados provinieron de exámenes de una roca hallada junto a la orilla oriental de la bahía de Hudson en el norte de Quebec. Los filamentos y tubos, compuestos de un óxido de hierro llamado hematita, aparecieron dentro de un tipo de roca llamado jaspe. Un solo hilo pudiera representar una cadena de células. Matthew Dodd, del University College London, autor del estudio publicado el miércoles por la revista Nature, dijo que los microbios vivían cerca de un respiradero en el fondo marino en donde el agua era calentada por un volcán. Como los fósiles son casi tan viejos como la Tierra, que se formó hace unos 4.500 millones de años, las conclusiones respaldan previos indicios de que la vida pudo haber comenzado en un ambiente así. Dodd y algunos colegas presentaron varias líneas de evidencia para la idea de que los tubos y filamentos son signos de vida antigua. Pero dos expertos que reportaron previamente descubrimientos similares dijeron que no están convencidos. “Yo diría que no son fósiles”, dijo en un mensaje electrónico Martin J. Van Kranendonk, de la Universidad de New South Wales en Australia, quien reportó el descubrimiento en Groenlandia el año pasado. Dijo que la evidencia para sustentar que se trata de un origen biológico es insuficiente. Abigail Allwood, geóloga de la NASA, dijo que los autores produjeron “uno de los argumentos más detallados hasta ahora” sobre evidencia de vida en rocas de más de 3,5 millones de años de antigüedad. Pero se trata de una “afirmación extraordinaria y se requiere evidencia extraordinaria”, dijo. Aunque las formaciones en la roca pudieran ser indicios de vida pasada, “pienso que no hay un veredicto definitivo”.