Una emocionante historia protagonizó una mujer oriunda de Chile de cien años, pero radicada hace años en Argentina, quien logró cumplir el sueño de conocer el mar en el vecino país.
Se trata de la historia de Francisca Lara Muñoz, una mujer chilena de 100 años quien cruzó a caballo la Cordillera de los Andes cuando era pequeña y se dedicó a la crianza de animales en la ciudad de Rincón de los Sauces, Neuquén.
El hecho lo dio a conocer el diario Río Negro, quien conversó con los nietos de la mujer de cien años, quien hace pocos días tuvo el placer de conocer el mar por primera vez.
De acuerdo al relato de Caolina Cano, nieta de la mujer, “empezamos a organizarnos para llevarla a Las Grutas y que pudiera conocer el mar. Que sintiera el mar, que nadie se lo contara sino que ella lo sintiera”.
“Y allá empezamos a buscar alguna playa que estuviera más alejada de la gente más que nada por los contagios si bien ya tiene las dos dosis. Hubo viento, por eso entró con ropa. Pero queríamos que lo sintiera. Nos dijo que estaba calentita el agua”, agregó.
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Una vez que pudo conocer la inmensidad del mar, la emoción fue total: “Gritaba y se reía a la vez cada vez que le chocaban las olas De la emoción. Era la alegría de una niña. Nos dijo que fue una experiencia muy linda”, reveló la nieta.
#RincondelosSauces 😭Emoción eterna. 👉Doña Panchita Lara con sus 100 años pudo conocer el mar🏖
— Edgardo Pino (@chechealumine) January 9, 2022
➡Video Emilio González @PaMiguelangelpa pic.twitter.com/WmvggOAxCR
La mujer se quedó seis días en la zona de La Mar Grande, en San Antonio del Oeste: “Alquilamos en Las Grutas para el alojamiento y recorrimos varias playas, y elegimos esa porque no tenía escaleras para bajar y era de fácil acceso”, remató la nieta quien asegura que su abuela incluso podría tener más años de edad, ya que “en el documento está anotada en 1926, por lo que calculamos que mi abuela tiene más de 100 años”.
La mujer se quedó seis días en la zona de La Mar Grande, en San Antonio del Oeste: “Alquilamos en Las Grutas para el alojamiento y recorrimos varias playas, y elegimos esa porque no tenía escaleras para bajar y era de fácil acceso”, remató la nieta quien asegura que su abuela incluso podría tener más años de edad, ya que “en el documento está anotada en 1926, por lo que calculamos que mi abuela tiene más de 100 años”.