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Comparado con la aviación, “hyperloop es hasta 10 veces más eficiente”

El Hyperloop es una de las propuestas de transporte de alta velocidad más prometedoras para el futuro cercano. Se trata de viajes en cápsulas que se mueven mediante propulsión eléctrica a través de un tubo de baja presión a velocidades cercanas a los 621 mph.

El proyecto de Hyperloop más avanzado hasta ahora es el encabezado por la empresa británica Virgin Hyperloop, que completó su primera prueba con pasajeros en noviembre de 2020. La empresa Virgin Hyperloop contestó a Metro algunas preguntas para saber más sobre este proyecto.

¿Cómo definirían el Hyperloop de Virgin?

—Hyperloop es un nuevo modo de transporte diseñado para eliminar las barreras de la distancia y el tiempo tanto para las personas como para las mercancías. Puede viajar a velocidades cercanas a los 1,000 km/h, conectando ciudades como si fueran paradas de metro, y tiene cero emisiones directas. Los viajes pueden reservarse bajo demanda, por lo que no hay tiempo de espera ni retrasos.

¿Cómo funciona este nuevo tipo de transporte?

—Con el hyperloop, los vehículos, llamados pods, aceleran gradualmente mediante propulsión eléctrica a través de un tubo de baja presión. La cápsula flota a lo largo de la vía mediante levitación magnética y se desliza a velocidades de aerolínea durante largas distancias gracias a la bajísima resistencia aerodinámica.

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¿Qué ventajas tiene Virgin Hyperloop sobre otros medios de transporte como el avión o el tren de alta velocidad?

—A diferencia de los trenes tradicionales, los ferrocarriles de alta velocidad o los sistemas de levitación magnética, el diseño de producción de Virgin Hyperloop tiene todos los componentes críticos en el vehículo (el pod o cápsula), mientras que el “camino” (el tubo) es estático y pasivo.  Diseñar el sistema de este modo permite a Virgin Hyperloop funcionar de forma diferente a un tren, y más como un vehículo autónomo en un carril exclusivo. El sistema Hyperloop de Virgin no tendrá partes móviles en la vía, por lo que las cápsulas individuales de los convoyes pueden separarse sin problemas y viajar directamente a su destino utilizando tecnología de conmutación de alta velocidad. Esto permite la comodidad a la carta de los coches, al tiempo que se obtiene la eficiencia y el mayor rendimiento de los trenes.

En comparación con el ferrocarril, el hyperloop tiene un menor impacto medioambiental, ya que puede realizar giros más cerrados, encajar en un derecho de paso más estrecho y superar cuestas más pronunciadas.

Por último, el sistema es 100% eléctrico y puede alcanzar velocidades más altas que el ferrocarril de alta velocidad con menos energía gracias a nuestro motor eléctrico patentado y al entorno de baja resistencia. Comparado con la aviación, el hyperloop es hasta 10 veces más eficiente energéticamente. 

Se dice que este nuevo transporte podría sustituir al avión, ¿qué opinan al respecto?

—Vamos a necesitar todas las opciones -innovadoras y tradicionales- sobre la mesa para satisfacer las demandas de las próximas décadas. De hecho, la integración con otros modos es fundamental en nuestros planes de negocio, tanto para el servicio de mercancías como de pasajeros. Hyperloop podría ampliar la capacidad de las pistas de aterrizaje conectando aeropuertos lejanos, mejorar la experiencia de los viajes aéreos conectando a la perfección los aeropuertos con los centros de las ciudades o agilizar los movimientos de carga aérea desde los aeropuertos hasta los centros de distribución regionales. 

¿Qué retos afronta actualmente Virgin Hyperloop para empezar a funcionar como sistema de transporte masivo?

—La mayoría de los modos de transporte masivo existentes no son rentables y se ven obstaculizados por la infraestructura existente construida en el siglo pasado o por los sistemas heredados. Nosotros queremos cambiar eso y nos centramos en las asociaciones público-privadas. Al desarrollar un nuevo modo de transporte desde cero, podemos aprovechar los avances tecnológicos del último siglo, especialmente la revolución informática. Podemos mantener los costes de mantenimiento bajos, la eficiencia energética alta y transportar decenas de miles de pasajeros por hora. Esto mantiene los márgenes y la accesibilidad en un nivel alto, lo que contribuye a una rentabilidad más atractiva desde el punto de vista financiero que si el corredor estuviera servido por los modos existentes. Vemos un enorme potencial para atraer inversiones del sector privado, apalancando las inversiones públicas.

¿Cuándo podremos verlo en funcionamiento?

—Esto es lo que nos gusta llamar la Década de Hyperloop. Comenzó en 2020 con las primeras personas montando en un sistema de hyperloop, y terminará con millones de personas montando. Imaginamos que los proyectos piloto estarán en marcha en 2027, y las operaciones comerciales antes del final de la década.

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