Cuando los enfermos de cáncer dejan de fumar, sanan más rápido, experimentan menos efectos secundarios del tratamiento y reducen la posibilidad de que los tumores vuelvan a aparecer. Ahora, los hospitales oncológicos más reconocidos están ayudando a los pacientes a dejar de fumar debido a que se ha demostrado que nunca es demasiado tarde.
El estudio más reciente, publicado el lunes, muestra que los pacientes con cáncer de pulmón que dejaron de fumar ganaron casi dos años de vida comparados con quienes siguieron fumando.
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“Es un efecto enorme”, dijo el doctor Mahdi Sheikh, quien dirigió el estudio para la agencia de investigación del cáncer de la Organización Mundial de la Salud en Lyon, Francia. En el cáncer de pulmón, dijo, dejar de fumar “es tan necesario como los tratamientos”.
En Estados Unidos, muchos centros oncológicos ofrecen métodos avalados para dejar de fumar: asesoramiento telefónico, parches de nicotina y pastillas que reducen las ganas de encender un cigarrillo. Además, cada vez más médicos especialistas hablan con sus pacientes sobre cómo abandonar el tabaquismo.
Para algunos pacientes el impacto de un diagnóstico de cáncer puede ser muy motivador.
“Es la razón más grande que he tenido en mi vida para dejar de fumar”, dijo Preston Browning, un electricista de Ridgetop, Tennessee, quien dejó los cigarrillos el mes pasado mientras se recuperaba de una cirugía por cáncer.
Browning, de 20 años de edad, había fumado una cajetilla al día desde que tenía 14 años. Atribuye dejar el cigarro al fármaco Chantix y al apoyo de los especialistas que recibió en el Centro Oncológico Vanderbilt-Ingram. La enfermera Lesa Abney escuchó las razones que Browning tenía para fumar que describió como “tiempo para mí” y “una pequeña recompensa”. Le sugirió algunas estrategias que podría usar: desayunar en lugar de prender un cigarro en la mañana, buscar un palillo de dientes después del almuerzo y recompensarse con un postre.
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“Si no fuera por Lesa, pienso que habría sido más difícil”, dijo Browning.
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Browning tenía sarcoma en una pierna, un cáncer raro de causa desconocida.
En contraste, el cáncer de pulmón está asociado en gran medida al consumo de tabaco, por lo que los fumadores pueden sentir vergüenza, desesperación y falta de esperanza tras el diagnóstico, dicen los expertos. Son noticias esperanzadoras escuchar de los médicos que ellos también pueden beneficiarse de dejar de fumar.
En el estudio difundido el lunes, los investigadores hicieron un seguimiento a 517 pacientes rusos con cáncer de pulmón que fumaban y los revisaban cada año para ver si lo habían dejado. Al cabo de cinco años, casi el 60% de quienes dejaron de fumar seguían vivos, frente al 47% de los que siguieron fumando.
El efecto se mantuvo sin importar el estadio del tumor, cuánto fumaba el paciente o cuánto tiempo después del diagnóstico habían dejado de fumar, informaron los investigadores en la revista Annals of Internal Medicine.