El fenómeno FOMO o Fear of Missing Out (Temor a perderse algo), tal como lo dice su nombre se distingue por la necesidad de estar revisando constantemente el celular por miedo a perderte algo importante, tanto laboral, como de tu familia y amigos.
Estas constantes revisiones de los dispositivos electrónicos aumentan dramáticamente las distracciones, desde tomar selfies o enviar mensajes, hasta simplemente entrar a redes sociales.
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Aunque la tecnología crea la ilusión de una vida social activa, estudios han demostrado todo lo contrario: las personas experimentan emociones negativas.
Con información de Psychology Today, científicos de Carleton y McGill University se dedicaron a investigar a fondo cómo funciona este trastorno de ansiedad.
De esta manera, examinaron de cerca las conductas y las emociones de universitarios de primer año, quienes recibieron cinco alertas al día en sus teléfonos.
Simultáneamente, escribieron en un diario todas sus emociones la respecto. Los resultados fueron contundentes: el FOMO siempre estuvo presente, especialmente al final del día y el fin de semana.
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¿Qué síntomas presentaron? Fatiga, estrés, problemas de sueño, síntomas psicosomáticos, distracción y emociones negativas.
Lo más interesante es que no importó si eran personas extrovertidas o introvertidas: todos sufrieron de ansiedad por igual. ¿Los más vulnerables? Las personas que sienten más presión por sus obligaciones y responsabilidades cotidianas.
¿Te perdiste un evento social?
Uno de los peores detonadores de estrés bajo este trastorno se da cuando la persona se entera, sin importar cómo, de un evento al que no asistió. Incluso cuando la información que se maneje en redes sociales tenga connotaciones positivas, esto no reduce la cantidad de FOMO.
FOMO al volante
Cada vez son más personas las que sienten la necesidad de revisar su celular cuando están manejando. Bajo la creencia de que podría ser algo urgente, como lo laboral, un creciente número de automovilistas temen perderse algo. Evidentemente, esto se ha reflejado en el número de accidentes.
Por donde lo veas, la dependencia a las redes sociales, incluyendo el Whatsapp, debe ser tratado con cautela y mucho equilibrio. Finalmente, la tecnología llegó para quedarse y siempre habrán acontecimientos ocurriendo cada minuto.
Sin embargo, ¿cuántos de ellos realmente ameritan tu atención y distracción? ¿Vale la pena vivir con ansiedad y poner en riesgo tu vida?