Los casuarios son aves poco conocidas, principalmente porque se trata de seres tímidos que viven al interior de las selvas tropicales en Nueva Guinea.
Pese a su timidez, son reconocidos como las aves más peligrosas del mundo, por las poderosas defensas que tienen sus cuerpos.
Son una especie que entra poco en contacto. Pese a que alcanzan casi los dos metros de altura, siempre están en lo más profundo de las selvas lluviosas de Nueva Guinea.
Por lo mismo son poco sociables. Los machos, sobre todo, al sentirse amenazados, pues reaccionar son suma violencia, en un ataque que se asemeja al del velociraptor.
Los casuarios poseen unas matas muy grandes con garras pronunciadas de 10 centímetros y de tremenda fuerza, capaz de generar heridas muy profundas y desgarrar grandes áreas.
Recomendados
Puerto Plata, República Dominicana: multidestino instagrameable
Buscan frenar fiebre alquileres a corto plazo
La gente que onePulse Foundation dejó atrás
ÉL ES EL CASUARIO
— Pet's Life Community (@PetsLmx) May 12, 2021
Y es considerada el ave más peligrosa del mundo: puede medir hasta dos metros y cuenta con un garra muy similar a la del velociraptor. Ha atacado a humanos, pero solo cuando sobrepasaron la distancia límite o lo tratan de tener como mascota. #petnews pic.twitter.com/FBfTnMk0SA
La musculatura de sus piernas le permite ser un nadador y corredor excelente, mientras que sus garras perforan cualquier superficie. Así es el casuario.https://t.co/X07HgtTJXE
— RevistaNatGeo (@RevistaNatGeo) May 6, 2021
Patas poderosas
No son voladoras, por lo que desarrollan una gran musculatura en las piernas, lo que hace más peligrosas las garras de sus patas. Pueden alcanzar 50 kilómetros por hora corriendo.
Una sola patada de un casuario puede ser mortal, incluso, para una persona adulta.
En la cabeza, en tanto, poseen un protuberancia ósea muy distintiva llamada casco, la que también pueden usar como elemento de ataque y puede causar heridas importantes.
Las características de ataque de los casuarios han sido comparadas con la de los velociraptor: en ambos casos usaban sus poderosas garras para atacar el cuello y el estómago de sus presas o adversarios.
Un solo golpe bastaba para acabar con sus víctimas.
