Es común que los influencers publiciten en sus cuentas algunos productos, con su correspondiente rédito económico. En muchos casos son artículos de belleza en que el mismo influencers acompaña el post con una fotografía haciendo gala de los efectos del producto.
Resulta que esas imágenes y videos suelen ser tratadas con varios filtros que entregan un resultado, en ocasiones, muy alejada de la realidad.
PUBLICIDAD
Nueva norma
Ante esto, la Advertising Standards Authority (ASA), el ente que regula la publicidad en Inglaterra, prohibió el uso de filtros de belleza a influencers, en Instagram. Se acabaron las fotos con piel de porcelana o cuerpos perfectos. Ahora las imágenes tienen que ser lo más reales posibles para evitar ser “engañosas”.
La idea de las autoridades es terminar con esos rostros que no tienen poros, personas de mediana edad sin arrugas o bolsas en los ojos.
Esta norma surge en medio de la exitosa campaña de #filterdrop (quita los filtros), de Sasha Louise Pallari, una usuaria que hace meses lucha por eliminar todos los filtros de Instagram y empezar a mostrar la vida lo más real posible.