La Agencia Europea del Medicamento (EMA), con sede en Ámsterdam, reconoció este martes que algunos de los documentos sobre las vacunas del COVID-19, robados durante un ataque cibernético el pasado diciembre, han sido filtrados en internet de forma ilegal, lo que supone una violación de “datos de terceros”.
Aunque la agencia se niega a comunicar dónde fueron publicados, de qué tipo de información se trata y si tiene relación con los datos personales de los voluntarios que participaron en los ensayos clínicos organizados por las farmacéuticas, admite en un comunicado que los documentos filtrados ilegalmente tienen información “perteneciente a terceros y relacionada con medicamentos y vacunas del COVID-19”.
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La EMA asegura que las autoridades neerlandesas -dado que la agencia tiene su sede en Países Bajos- se están encargando de investigar lo ocurrido y de tomar las medidas necesarias, en una “investigación criminal sobre violación de datos”, mientas la organización “notifica a las entidades y personas cuyos documentos y datos personales pueden haber sido objeto de acceso no autorizado”.
La agencia garantiza que, a pesar del ciberataque sufrido y la filtración de esos datos, “sigue plenamente operativa” y los plazos relativos con la evaluación y aprobación de medicamentos y vacunas contra el COVID-19 “no se ven afectados” por lo ocurrido.
El pasado 9 de diciembre, la EMA denunció haber sido víctima de un ciberataque en el que los autores han tenido acceso a información relacionada con las vacunas del COVID-19 desarrolladas por las farmacéuticas Pfizer/BioNTech y Moderna, en un momento en el que la agencia aún no había dado luz verde a estas dos vacunas, ya autorizadas ahora en la Unión Europea.
Los científicos de la EMA están evaluando en estos momentos la solicitud presentada hoy por la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford para dar una autorización de uso condicional de su vacuna en la Unión, un análisis de la seguridad, calidad y eficacia del fármaco que promete finalizar “antes del 29 de enero” y que, de llegar a conclusiones positivas, sería la tercera vacuna autorizada en la UE.
Además, sus expertos en medicamentos humanos (CHMP) también están analizando en tiempo real los datos de laboratorio y clínicos compartidos por Janssen, de la farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson, sobre su vacuna del COVID-19, aunque esta empresa aún no ha pedido a la EMA estudiar una licencia condicional para el uso de su fármaco en la UE.
El CHMP está pendiente de las campañas de vacunación que empezaron en los países europeos a finales de diciembre, puesto que las dos vacunas autorizadas hasta ahora en la UE, la de Pfizer/BioNTech y la de Moderna, tienen una licencia condicional, lo que obliga a los desarrolladores a seguir vigilando y estudiando durante dos años las vacunaciones de acuerdo con EFE.