Leyendo por ahí, me tropecé con la palabra padrejón y no pude creer lo que leí. Rauda y veloz, agarré el Diccionario de la Irreal y confirmé que padrejón figura como: “Histerismo en el hombre”.
¿Histerismo? Pasé presurosa las páginas del mamotreto, para ver qué cosa era esa que le daba a los hombres y el diccionario me remitió a histeria. Para allá arranqué, y mire lo que encontré como primera entrada: “histeria. 1. f. Med. Enfermedad nerviosa, crónica, más frecuente en la mujer que en el hombre caracterizada por gran variedad de síntomas, principalmente funcionales, y a veces por ataques convulsivos”.
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¿Será posible que a estas alturas del partido se registre una definición tan machista en el Diccionario de la Irreal? ¿No se han enterado los lexicógrafos que el término “histeria” ya NO se utiliza en el ámbito clínico con esa definición?
El diccionario se quedó estacionado en la época de Hipócrates cuando se creía que el útero andaba sin rumbo fijo por el cuerpo. Platón en sus Diálogos decía: “El útero es un animal que vive en las mujeres con el deseo de hacer niños. Bloquea los conductos del aliento, impide la respiración, causa una molestia extraordinaria y ocasiona enfermedades de todo tipo”. Ese útero deambulante, en su ir y venir, enfermaba a la mujer.
Mire, aunque la etimología de la palabra recoge esa noción, es imperdonable perpetuar ideas tan absurdas y machistas. Histeria Colectiva nos debe dar a todos semejante definición.