TOKIO — Una sonda espacial japonesa se posó exitosamente el jueves sobre un asteroide lejano y recolectó muestras subterráneas que los científicos esperan que proporcionen pistas sobre el origen del sistema solar hace miles de millones de años, informó la agencia espacial de Japón.
En abril, la sonda Hayabusa2 creó un cráter especial arrojando una herramienta de cobre. La nave aterrizó el jueves en ese lugar y recogió las muestras subterráneas que los científicos creen que contienen datos valiosos, pues ese material no se ha visto afectado por la radiación espacial y otros factores ambientales.
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Hayabusa2 es la primera sonda que recoge con éxito muestras del interior de un asteroide. La NASA tiene previsto una operación similar en otro asteroide, llamado Bennu.
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) dijo que la sonda se posó en el asteroide y partió sin problemas luego de llevar a cabo su tarea como estaba previsto.
“Fue un éxito, un gran éxito”, explicó Takashi Kubota, miembro del proyecto Hayabusa2 de la JAXA. “Hemos tenido éxito en todos los procedimientos previstos”.
“Obtuvimos piezas de la historia del sistema solar. Hemos dado un paso histórico”, dijo Yuichi Tsuda, director del proyecto Hayabusa2. “Nadie ha recogido y traído a casa materiales subterráneos de ningún lugar más allá de la Luna.”
La sonda había empezado su descenso gradual desde su posición habitual en la víspera. En la última fase del proceso, el Hayabusa2 planeó el jueves a una altura de 30 metros (100 pies) sobre el asteroide y encontró rápidamente el punto de aterrizaje habilitado en la misión previa.
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El descenso duró apenas unos segundos. Durante el mismo, la sonda desplegó un tubo de muestras hacia la superficie, lanzó una bala del tamaño de una bola de pinball para quebrarla y succionó los restos generados.
La JAXA tiene previsto hacer que la sonda, que estaba de regreso a su posición habitual sobre el asteroide, examine el lugar del aterrizaje desde arriba.
El asteroide, llamado Ryugu _como un palacio submarino de un cuento tradicional japonés_, está a unos 300 millones de kilómetros (180 millones de millas) de la Tierra. Está previsto que el Hayabusa2 inicie su viaje de regreso a finales del próximo año.