WASHINGTON — La cantidad de hielo flotante que circula alrededor de la Antártida se ha reducido de su máxima histórica a su mínima, para desconcierto de los científicos.
El hielo flotante en el sur del continente había ido en aumento desde 1979 hasta alcanzar niveles récord en el 2014. Pero tres años después, el tamaño promedio de los bloques de hielo registraron su nivel más bajo de la historia, eliminando tres décadas y medias de ganancias, de acuerdo con información satelital de la NASA.
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“Las cosas han sido muy locas” en los últimos tres años, afirmó Mark Serreze, director del Centro Nacional de Información de la Nieve y el Hielo de Estados Unidos, en un correo electrónico.
Serreze y otros expertos dicen que no saben si esto es algo pasajero o una manifestación del calentamiento global que finalmente se hace sentir en el Polo Sur. La Antártida no ha dado muestras de calentarse consistentemente como el Ártico al norte.
“Pero el hecho de que pueda producirse un cambio tan grande en tan poco tiempo debe ser visto como un indicio de que la Tierra tiene potencial de generar cambios importantes y rápidos”, señaló el científico de la Universidad de Colorado Waleed Abdalati en otro correo electrónico.
En las regiones polares, los niveles de hielo aumentan durante el invierno y merman en el verano. En la Antártida, hubo un promedio de 12,8 millones de kilómetros cuadrados (4,9 millones de millas cuadradas) de hielo en el 2014. Hacia el 2017, había solo 10,7 millones de km2 (4,1 millones de m2), según un artículo de la Academia Nacional del Ciencias.
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El área de hielo derretido cubría una superficie más grande que México. Perder semejante cantidad de hielo en solo tres años “es algo bastante increíble”, jamás visto hasta ahora, según la autora del estudio Claire Parkinson, experta en el clima de la NASA. El hielo del mar antártico aumentó levemente en el 2018, pero se siguió registrando el nivel más bajo desde 1979. Si bien sigue aumentando este año, los niveles de mayo y junio fueron los más bajos de que se tenga registro, inferiores a los del 2017, según el centro de datos del hielo.
El derretimiento del hielo en los océanos no altera los niveles del mar. Quienes rechazan la creencia generalizada acerca de un calentamiento global destacan siempre el aumento del hielo en la Antártida.
Mientras que en el Ártico se registran un calentamiento continuo acompañado del derretimiento de hielos –con ligeras variantes año tras año–, la Antártida ha tenido altibajos más pronunciados, aunque con una tendencia al aumento de los hielos. Ello obedece probablemente a razones geográficas, de acuerdo con Parkinson y Serreze.
El Ártico es un bloque de hielo flotante en un océano rodeado de continentes. La Antártida es todo lo contrario: tierra firme rodeada de océanos. Esto permite que el hielo se expanda más, según Parkinson.
Cuando el hielo del mar antártico aumentaba, los científicos lo atribuían a cambios en el viento y las presiones, a la circulación de los océanos y/o a cambios climáticos naturales pero reiterativos como el fenómeno El Niño. Ahora, algunas de esas explicaciones pueden no funcionar, lo que hace que lo que suceda en el futuro sea un misterio, manifestó Parkinson.