Lynn Fleming vivía en la ciudad estadounidense de Ellenton, donde decidió ir a caminar por la playa como hacía regularmente. Sin embargo, en esta ocasión sucedió algo diferente.
Mientras caminaba por la arena, no se dio cuenta que había un desnivel, provocándole un leve tropiezo, cayendo en un pequeño charco de agua.
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Se levantó de inmediato y solamente notó que tenía un corte leve en la pierna. Y como no le generó ningún dolor o molestia mayor, le restó importancia al asunto. Era una insignificante caída.
El problema fue que dos días después seguía sangrando de la herida por lo que se asustó y fue al médico. El facultativo le dio una vacuna para el tétanos y le prescribieron antibióticos.
Al día siguiente sus familiares fueron a verla a la casa tras enterarse que había ido al consultorio. Tocaron la puerta, pero nadie abrió. Así que ingresaron a la fuerza y encontraron a la mujer inconsciente.
“Cayó dentro, salió con una herida que no llegaba a los dos centímetros, y un hinchazón en su pierna. Era sólo un pequeño corte, así que no pensé mucho en ello”, señaló uno de sus hijos al canal WTVT-TV.
Sin embargo, el hecho ya no era algo pequeño, sino que sumamente grave. La llevaron a un hospital de urgencia y le diagnosticaron fascitis necrosante, un peligroso y extraño mal causado por bacterias que viven en el agua y que son carnívoras.
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Los médicos trataron de salvar la pierna de la mujer, pero ya era tarde. En plena operación sufrió dos embolias cerebrales y septicemia, falleciendo horas después.
“Este es el lugar que amaba. Ella no podía esperar para bajar aquí y desconectar. Amaba el océano. Amaba caminar por la playa. Desafortunadamente, es el lugar en el que perdió su vida por un accidente estúpido”, escribió su nuera Traci en redes sociales al despedirse de ella.
Cabe mencionar que Fleming fue la segunda persona que muere en junio por el extraño mal, por lo que el Departamento de Salud de Florida emitió una alerta, llamando a las personas que tienen algún tipo de herida a evitar el mar, piscinas o jacuzzis.
