El pequeño retoño de Meghan Markle y el príncipe Harry tendrá que pagar impuestos. Resulta que el esperado ’baby royal’ y su mamá, por ser ciudadanos estadounidenses, estarían obligados a cumplir con el fisco norteamericano.
Estados Unidos cobra impuesto según la ciudadanía y no la residencia, publicó La Vanguardia. El Servicio de Impuestos Internos aún espera que la ex actriz presente su correspondiente pago.
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Asimismo, todo ciudadano norteamericano que viva en dicho territorio, en los últimos cinco años, le transfiere automáticamente su ciudadanía a su descendencia. Así que el hijo de Meghan Markle y Harry será estadounidense.
La esposa del príncipe Harry podrá solicitar la ciudadanía del Reino Unido, pero este proceso lleva tiempo. Aunque es la duquesa de Sussex, ella debe cumplir con todos los requisitos para obtenerla.
Jason Knauf, secretario de comunicaciones de su esposo, dijo antes de su boda en 2018: “Meghan cumpliría con los requisitos de inmigración en todo momento”. Así que lo primero que debe hacer es vivir en Reino Unido al menos cinco años para tramitar su ciudadanía.
Al convertirse en ciudadana del Reino Unido, y si así lo quiere, puede renunciar a su ciudadanía estadounidense, por lo tanto a los impuestos.