El azúcar tiene un sabor indiscutiblemente delicioso. Sin embargo, en grandes cantidades no es nada buena para tu cuerpo. De acuerdo con The American Diabetes Association, las tasas de obesidad van en aumento en todo el mundo, provocando múltiples padecimientos que ponen en riesgo a la población, como la diabetes o afecciones cardiacas. Se cree que el azúcar agregado, especialmente de las bebidas endulzadas, es uno de los principales culpables.
Los azúcares agregados (azúcares y jarabes que se ponen en los alimentos durante el procesamiento o la preparación) no ofrecen ningún valor nutricional. Solo le proporcionan calorías que afectan negativamente tu salud y aumentan tu peso.
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Las bebidas endulzadas con azúcar como las sodas, los jugos y los tés dulces están cargados de fructosa, un tipo de azúcar simple. El consumo de fructosa aumenta el hambre y el deseo de alimentos más que la glucosa, el principal tipo de azúcar que se encuentra en los alimentos con almidón. Además, el consumo excesivo de fructosa puede causar resistencia a la leptina, una hormona importante que regula el hambre y le dice a tu cuerpo que deje de comer.
La American Heart Association (AHA) señala que las principales fuentes de azúcares agregados son:
-Bebidas sin alcohol
-Caramelo
-Pasteles y tartas
-Galletas
-Postres lácteos como el helado
-Bebidas de frutas como jugos o con saborizante.
¿Crees que estás comiendo demasiada azúcar? Aquí hay algunas señales de que es hora de alejarse de las cosas dulces.
Estás cansada todo el día.
Cuando comes azúcar, tu cuerpo se acelera pero “todo lo que sube tiene que bajar”, de modo que el aumento de azúcar en la sangre eventualmente se estrellará, originando una caída de energía. Te sentirás agotada y lenta, y buscarás más dulces para recuperar ese nivel alto de azúcar. Para reducir estos antojos, trata de obtener más fibra y proteína, nutrientes que promuevan la energía “real”. Esto se debe a que la fibra y las proteínas te mantienen satisfecha por más tiempo, ya que se digieren más lentamente y no hacen que el azúcar en la sangre aumente y disminuya como los alimentos con alto contenido de azúcar. Prueba proteínas como los huevos y el pollo magro, y alimentos ricos en fibra como frutas, verduras y granos enteros.
Estás teniendo brotes de acné
Demasiada azúcar puede hacer sufrir a tu piel. Si eres sensible al aumento de la insulina que obtienes al comer azúcar, tus hormonas pueden enloquecer y desencadenar brotes de acné.
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Estás de mal humor
Cuando comes azúcar, tendrás un estallido de energía de corta duración y luego tendrás una caída brusca, haciéndote sentir baja de energía y ánimo. Claro, la comida chatarra puede satisfacer tus papilas gustativas y hacerte feliz a corto plazo pero no le hará ningún bien a tu estado de ánimo a largo plazo.
Has subido de peso
Las comidas con un alto contenido de azúcar suelen acumular grasa en tus caderas y abdomen. Eso es porque demasiada azúcar conduce a un aumento de los niveles de insulina la cual a menudo pone grasa en tu vientre a diferencia de otras partes del cuerpo. Por lo tanto, si notas que tus jeans se sienten demasiado ajustados de pronto, puede ser el momento de controlar las bebidas y bocadillos azucarados que estás consumiendo en la oficina.
Has tenido algunas caries últimamente
Seguramente cuando eras más pequeña tus padres te prohibían comer azúcar porque te saldrían caries. Esto no es ninguna mentira y mientras más vas creciendo, más probabilidades tienes de dañar tus dientes con lo que consumes. Claro, a veces tiene más que ver la edad pero las caries son a menudo el signo de un diente dulce. No tienes que renunciar a los dulces para siempre, solo tienes que disminuir su consumo y optar por los alimentos que sean buenos para ti. Si tienes demasiado antojo de algo dulce, opta por yogur bajo en azúcar o bayas frescas.
Tu cerebro está “nublado”
Es cierto que la falta de sueño o el estrés provocan que tu mente se realentice pero el azúcar también es un culpable. Las dietas altas en azúcar pueden llevar a un deterioro de la memoria y se han relacionado con un mayor riesgo de demencia. Si te sientes demasiado distraída o te cuesta trabajo procesar las ideas o pensar en algo creativo, es probable que estés consumiendo demasiados dulces en el día.
Nada te sabe como solía hacerlo
Comer demasiada azúcar bombardea tus papilas gustativas. Este exceso de azúcar hace que aumente la tolerancia de tu paladar, así que necesitas más y más azúcar para satisfacer ese dulce antojo. Cuando tus papilas gustativas necesitan mucha azúcar para sentir que algo es lo suficientemente dulce, puede ser difícil bajar tu nivel base. Sin embargo, al reducirlo, necesitarás menos cosas dulces para satisfacer tu antojo. Es posible que incluso empieces a sentir que las cosas son demasiado dulces para ti. Aprende a ser más feliz consumiendo azúcar con moderación.