En Cadiz, España, los dueños del local decidieron bajarle volumen al polémico género musical.
Una declaración en Facebook revolucionó la comunidad Chiclana de la Frontera de Cadiz, España, cuando el parque Bubble Aventuras anunció que no colocarán reggaetón en sus instalaciones, debido al “sexo explícito, el materialismo y el menosprecio de la mujer en las letras de las canciones”.
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“Los niños son grandes consumidores de música. Les gusta cantar y bailar al ritmo de las canciones más pegadizas, y sin duda, el reggaetón es un género que invita a mover el esqueleto”, comienza el comunicado de la compañía.
Los propietarios del parque infantil explican cuando escuchan cantar a los menores “contigo quiero hacer travesuras” o “tú estás bien dura, no me puedo contener”, se les ponen “los pelos de punta”.
¡Ni "Despacito", ni "Sin pijama"! 🙊🙉🙈🙈🙉🙊 En Bubble Aventuras hemos decidido decir "NO" al reggaeton. ¿Por qué? Los...
Posted by Bubble Aventuras on Sunday, November 4, 2018
No solo son palabras
Otro argumento de Bubble Aventuras para tomar la radical medida, son las imágenes que acompañan los videos musicales de estas canciones, donde generalmente el sexo es explícito
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Para los empresarios españoles no hay ingenuidad detrás de este género musical que tanto gusta a grandes y pequeños. De allí que decidieron bajarle volumen en su local, que cuenta con múltiples ambientes y juegos para pequeños desde un año hasta los más grandes.
Reacciones
La comunidad no tardó en reaccionar a la publicación en Facebook, la mayoría apoyó la prohibición. “Lo veo perfecto, quitar esa música en zonas infantiles”, comentó Raúl Lara a través de su cuenta en esta plataforma.
Mientras que Sonsoles Garratón dio el “enhorabuena por la decisión” y conminó a otros locales a seguir este ejemplo. José Antonio Cádiz agradeció la iniciativa: “Es de vergüenza que tengamos en eventos infantiles este sonido, ’no música’. No es suficiente con escucharlo a todo volumen en ciertos coches y centros comerciales”.
Pero para otros no es tan acertada, entre ellos destaca Jade del Buey, quien considera que “la maldad la aprenden de los mayores, ellos solo bailan. Solo nosotros pensamos cómo son esas cosas”.