Una de las más destacadas top models de las décadas de los 80, 90 y 2000, ícono de la moda en Puerto Rico, Caridad será reconocida en septiembre con el galardón West Fashion Icon durante la novena edición de West Fashion Week. La modelo, empresaria y maestra de reconocidas figuras del mundo de las pasarelas, se prepara, además, para el lanzamiento de su libro. Desde la sala de su hogar, conversa en exclusiva con Metro, sobre su visión de la industria de la moda y su evolución, detalles de su vida y la etapa en que se encuentra.
¿Cómo diría que ha cambiado el mundo de la moda y el modelaje desde sus comienzos a los 14 años hasta el día de hoy?
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Definitivamente, ha ido evolucionando, es una evolución natural. El mundo va cambiando constantemente, sobre todo la moda tiende a cambiar cada década y cada una tiene sus particularidades. Muchas veces, estos puntos de la moda se relacionan con lo que está ocurriendo en el momento. Por ejemplo, en la época de la guerra de las Malvinas (1982), todos los diseñadores crearon colecciones blancas, como símbolo de paz. Cuando surgió el Sida, donde muchos diseñadores desafortunadamente perdieron la vida, otros diseñadores se unieron a ellos e hicieron las colecciones todas de negro. O sea, que la moda va muy a la par con lo que está sucediendo y cómo el mundo está evolucionando muy rápido. De igual manera, la moda va muy rápido.
Diría que la mayor ventaja de hoy día es que tienes la posibilidad de elegir verdaderamente lo que mejor te queda y no necesariamente lo que está de moda, porque hay muchas tendencias surgiendo simultáneamente. Siempre ha sido así, pero cada vez es más amplio el espectro de versatilidad y libertad que tenemos.
Hoy día, una de las cosas que más influencia tiene en la moda es precisamente la tecnología. Han existido tantos cambios en la tecnología tan rápido, más rápido de lo que usualmente veíamos. Va a una velocidad vertiginosa y eso ha colaborado a que la moda tenga esa amplitud, pero no solamente en diseño, sino también en texturas. Hay texturas nuevas, inclusive en lo que es la alta costura. Alta costura significaba que estaba hecho todo a mano, y hoy día se mantiene esa tradición pero se ha permitido hacer muchas cosas mediante la computadora, como diseños en computadoras, estampados, ese tipo de cosas que antiguamente quizás no era permitido en lo que es la alta costura.
Hábleme un poco de los primeros años como modelo.
Mi primera experiencia como modelo fue a los cinco años en un comercial de Quick. En ese comercial, cuando me seleccionaron fue todo alegría, pero, posteriormente, cuando me tuvieron más de ocho horas —yo tenía cinco años—, me volvieron a preguntar si quería hacer comerciales y yo le dije que no. Pero, increíblemente, el comercial fue tan exitoso que duró por años. Hasta que, a los catorce años, verdaderamente el campo del modelaje surgió porque mi mamá quería que me refinara un poco, que aprendiera a caminar, comportamiento, maquillaje, ese tipo de cosas, y para mi sorpresa, dije: “Quiero ser modelo”. Pero, próximamente, va a salir un libro, no solamente de mi experiencia y mis vivencias, sino que va a ser una guía práctica de, verdaderamente, cómo funciona el campo del modelaje, que no todo es glamour ni todo es color de rosa, como en apariencia pudiera ser.
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“He tenido muchas experiencias y gracias a Dios puedo decir que conozco bastante del campo del modelaje. Pero sigo buscando, no me detengo. Creo que en cualquier campo en la vida uno tiene que seguir buscando y nutriéndose”, expresó Caridad.
¿Cómo han sido estos últimos años luego de pasar las riendas de la agencia Única a otras manos?
Primero me tomé unos meses para centrarme, porque fueron 36 años de mi vida que dediqué a tener un negocio, Única, y lo hice muy joven. Y una vez me centré, decidí que tenía que hacer proyectos relacionados. Había que seguir evolucionando, y en esa evolución, se me ocurrieron par de proyectos y empecé a escribir los proyectos. Escribiendo me di cuenta de que lo que estaba haciendo era un libro. Así que ese fue el resultado del proyecto.
Estoy en etapa de edición final. Con el favor de Dios, vamos a ver si logro este año ya sacar el libro, y estoy muy contenta con ese proyecto, porque siento que sigo dando mi conocimiento a muchas personas, no solamente a modelos que quieran desarrollarse verdaderamente, sino a aquellas personas que les interesa cómo es el campo del modelaje realmente.
Durante ese periodo creó un blog, La Modelo Perfecta. ¿Qué es una modelo perfecta?
Le puse “La Modelo Perfecta”, pero la perfección como humanos no existe. Si la tuviera que definir, diría que no es solamente lo físico, el conjunto de una modelo va más allá de su físico. Tú puedes tener una persona hermosa, fabulosa, bellísima que te impacte, pero no necesariamente tiene que ser modelo. Por otro lado, puede ser una personas que quizás sus rasgos físicos no son perfectos pero tiene algo que puede impactar a los demás, que puede transmitir un mensaje.
El mensaje de una modelo no es otro que vender un producto. Cuando una modelo va a un casting se está vendiendo ella para poder lograr conseguir el trabajo y cuando una vez logra el trabajo, pues tienes que vender el producto, tienes que saber seguir directrices, tienes que respetar, tienes que tener ciertos valores, porque no es solamente ser bonita y posar frente a la cámara. Tienes que averiguar qué es lo que la persona o el diseñador –o si es un anuncio o casa productora o publicidad–, qué es exactamente lo que se requiere. Muchas veces, inclusive, tienes que estudiar un poquito más profundamente. Tienes que cuidarte, porque la juventud es maravillosa y muchas veces pensamos que no se nos va a ir y se va más rápido de lo que verdaderamente pensamos. Tienes que cuidar tu alimentación, tienes que tener tus rituales tanto de belleza como de ejercicio, como de práctica, de búsqueda. Es un estudio, puede ser una profesión y hay distintos niveles en esa profesión.
¿Se aleja de los estereotipos?
Sí, porque fíjate, un modelo perfecto puede ser casi cualquier persona. Después que la persona tenga esa capacidad de transmitir y de vender con su imagen, mediante su imagen, mediante su físico, pues es un modelo. Hay distintas categorías dentro del campo del modelaje, porque está la modelo high fashion, está la modelo de partes, está la modelo plus, está la modelo petite, el modelaje masculino, la mujer madura, y por ahí muchas más descritas en el libro.
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¿Cómo se instruye una modelo sin que caiga, por ejemplo, en la tentación de la bulimia u otros desórdenes?
Es muy difícil, pero yo te diría que son trastornos que van más allá, muchas veces, de poderlos controlar. El que seas delgada, delgada, no significa que te va a dar el éxito en el campo del modelaje. Dicho sea de paso, en Europa ya se está exigiendo que no sean en extremo delgadas, precisamente para que sean saludables. No todo el mundo tiene la capacidad de mantenerse delgado, son distintas constituciones.
Pero sobre todo hay una cosa que es importante que se entienda, que la nutrición es el mejor producto de belleza que existe. Si te nutres bien con alimentos de la naturaleza y no tienes exceso de dulces, frituras, alcohol, la tendencia te va a favorecer a que tu piel esté bonita, a que tu cabello esté saludable, la dentadura, etcétera.
¿Temiste en algún momento sufrir de algún tipo de desorden como bulimia en aquella etapa de crecimiento como modelo?
Gracias a Dios, no. Tuve la suerte de que mi mamá me vio con la tendencia de que yo no quería comer porque quería ser modelo y me regaló un libro que se llama “Coma bien”. Ella pensó que con eso me iba a hacer comer de nuevo mucho, pero me hizo un verdadero regalo, porque aprendí lo que era la buena nutrición y a partir de ese momento empecé con unos nuevos hábitos. No se le puede llamar dietas, son estilos de vida.
¿Qué quiere transmitir a través de las palabras en su libro?
Que verdaderamente uno tiene que plantearse la pregunta de qué uno quiere hacer en la vida. No tratar de imitar a nadie, sino ser auténtica, ser uno mismo. Y con las posibilidades que uno tiene, ser modelo de la vida, porque muchas muchachas, y a veces hasta padres, se enfocan solo en que su hija sea bella, que sea bonita en el exterior. Y estar bonito, tener gente bonita que cultive su interior, que comparta con los demás, que vea a los demás, que se preocupe, que tenga respeto. ¿De qué vale que seas hermoso, que estés vestido con el último grito de la moda y que seas una persona arrogante, una persona egoísta? Así que si yo logro colaborar con que seamos modelos de la sociedad, sería magnífico. Y por supuesto, quien quiera desarrollarse como modelo, que entienda exactamente cuál es el camino a seguir.
Próximamente va a salir un libro, no solamente de mi experiencia y mis vivencias, sino que va a ser una guía práctica de verdaderamente cómo funciona el campo del modelaje, que no todo es glamour ni todo es color de rosa como en apariencia pudiera ser”, expresó la modelo en exclusiva para Metro.
¿Cómo describe esta etapa de su vida?
Mi etapa madura. La madurez te da seguridad, mucha seguridad, que, a veces, uno dice: “Contra, si yo estuviera en aquel entonces, sería extraordinario”. Pero es una etapa un poco, quizás, más tranquila, porque te conoces mejor en todo el sentido de la palabra y puedes inclusive ayudar a otras personas.
¿Cambiarías algo de tu pasado?
A veces me lo cuestiono, pero si pudiera cambiar algo no estaría aquí en este momento, así que todo lo que ha sucedido ha sido por algo. Muchas cosas han tenido muchas enseñanzas. Por supuesto que en muchas ocasiones uno dice, “caramba, yo hubiera hecho esto de otra manera y me hubiera quedado mejor”, pero es que tenías que aprender una lección y lo importante es aprenderla.
¿Qué se siente recibir el West Fashion Icon?
Muy honrada, muy contenta, agradecida, porque, en cierto modo, me gusta la idea de continuar siendo un tipo de modelo. Pero no quisiera que se me recordara o que solo ese reconocimiento fuera por la forma en que me visto, la moda, o porque conozco de moda, sino porque hay que mantener los valores, y parte de la elegancia no es cómo tú te vistas ni cómo te arregles, sino cómo te comportas contigo, número uno; y número dos, cómo te comportas con los demás.
En el pasado, el taller de modelaje y la moda en general se concentraba en la zona metropolitana. ¿Cómo se percibía antes el modelaje y la moda en la zona oeste de la Isla? ¿Había taller en esa zona, por ejemplo, en la década de los 80’ cuando ya eras una top model?
No solo se ha expandido, sino que ha crecido, eso también se debe en cierta medida a los esfuerzos, por ejemplo que ha hecho AnnJannette (directora del West Fashion Week), pero además de los esfuerzos que ella ha hecho, todos los medios y los medios modernos que tenemos. En aquella época se llevaban desfiles también, se llevaban bastantes desfiles. Yo diría que la mujer latina, la mujer puertorriqueña ama la moda, es coqueta, le gusta verse bien. ¿Y por qué no? Yo creo que eso es extraordinario, porque es símbolo de que te cuidas, de que te quieres. Cuando tú te cuidas y te quieres entonces es que puedes dar a los demás, porque tú no puedes dar lo que no tienes. Eso me encanta de la mujer puertorriqueña y la mujer en general.
Como el resto de las industrias, la moda en Puerto Rico también se ha visto afectada por la crisis económica. ¿Qué hay que hacer para que continúen creciendo la moda y el modelaje en la isla?
Creo que tenemos que volver a nuestras raíces. Los modelos tienen que convertirse en profesionales. Puerto Rico, de un nivel secundario, que se mantenía bastante bien y que el modelo cobraba y se le pagaba por sus servicios, ha caído en uno de hobby. Si tú quieres crecer, tienes que ser profesional. Para ser profesional, muchas veces se te tiene que pagar. No es que todo se te pague, porque no todo en la vida es por dinero, pero si es tu profesión, el modelo necesita que se le pague y que se le valore. El modelo necesita para ir a un gimnasio, necesita alimentarse bien, necesita gasolina, necesita transporte, necesita un buen corte de cabello, necesita maquillaje en la mujer, necesita una serie de cosas, y si no se le paga, es muy difícil que sea profesional, además del compromiso.
Número dos, ser optimistas y positivos de que esto se va a arreglar. La industria del modelaje ha cambiado mucho en general y los tiempos han cambiado también. El modelaje tiene muchas categorías y una categoría muy fuerte, al menos en mi época, era la comercial. Eso también ha disminuido grandemente e inclusive las tarifas igualmente. Pero todo son periodos y lo que tenemos es que prepararnos y enfocarnos en qué es lo queremos para que se convierta en una realidad.
¿Cómo se va a llamar tu libro?
No te lo puedo decir (entre risas). En otra entrevista te lo voy a comentar. Pero muy pronto.