En febrero de 2015, Bo Smith fue diagnosticada con cáncer de mama y comenzó un largo y agotador proceso para luchar contra la enfermedad.
La joven de 32 años pasó por “16 ciclos de quimioterapia, seis tratamientos médicos y luego se sometió a una mastectomía” para extirpar el seno izquierdo, indica huffingtonpost.es.
Tras ello se sometió a “44 series de radiación” y finalmente un año después del primer diagnóstico Bo logró vencer a la enfermedad.
La mujer confesó a la revista People que tenía “un miedo horrible” que el cáncer se extendiera a la mama derecha, ya que si podía tener hijos en el futuro quería amamantarlos. Finalmente se tranquilizó luego de que los médicos le aseguraran que eso era “extremadamente improbable” que sucediera.
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Bo quería convertirse en madre, pero los doctores le dijeron que era difícil que pasara y que su mejor opción era la fertilización in vitro. Sin embargo la vida le tenía preparada un regalo, ya que junto a su esposo pudieron concebir de forma natural y el 18 de agosto pasado nació el pequeño James.
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La joven por fin logró el sueño de amamantar a su hijo y no dudó en compartirlo por Facebook con una maravillosa foto que conmovió a miles de personas.
“Nunca te avergüences de una cicatriz. Simplemente significa que fuiste más fuerte que eso que intentó hacerte daño. No sé cómo explicar lo que siento cada día al poder amamantar a mi hijo, después de perder un pecho por el cáncer y después de que me dijeran que quizás nunca podría tener a este niño en mis brazos”, escribió Bo.
La orgullosa madre dice que nunca esperó que la imagen se volviera viral y que pensó que sería bueno compartirlo para demostrarle a la gente que siempre hay esperanza.
“Yo no me avergüenzo de este cuerpo. Es lo que me sigue recordando lo afortunada que soy por estar aquí ahora”, apuntó.