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Estudio: VIH indetectable es igual a cero probabilidad de transmisión

Los resultados de un nuevo estudio científico representan un dramático avance para las personas VIH positivo y sus parejas VIH negativo

La posibilidad de transmisión del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) de una persona con carga viral indetectable o supresión viral equivale científicamente a cero. Así lo confirmó la segunda fase del estudio PARTNER, cuyos resultados fueron anunciados durante la 22ª Conferencia Internacional sobre el SIDA (AIDS 2018) que se celebró a finales del mes de julio en Ámsterdam.

“Se demostró que si una persona está en tratamiento y no detectable por más de seis meses, el riesgo de transmisión es cero. Hay un nuevo mensaje: I=I (indetectable es igual a intransmisible)”, apuntó la doctora Carmen Zorrilla, científica del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), en declaraciones a Metro, desde el lugar de la conferencia.

Según relató la ginecóloga obstetra, pionera a nivel mundial en la eliminación de transmisión del VIH de la madre al hijo durante el embarazo, los datos del estudio fueron confirmados por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y por el Instituto Nacional de las Ciencias (NIH, por sus siglas en inglés).

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“El estudio demuestra que el tratamiento efectivo para VIH logra reducir la posibilidad de transmitirlo en ausencia de otras formas de prevención (condones o PrEP)”, afirmó, por su parte, el doctor Carlos Rodríguez, catedrático de la Escuela Graduada de Salud Pública del RCM e Investigador Principal del SexTEAM en el Centro de Investigación y Evaluación Sociomédica.

“Se confirma que el acceso a tratamiento reduce el riesgo de transmisión a parejas y reduce el número de nuevas infecciones en la comunidad”, expresó la doctora. “El conocer que no hay riesgo de transmisión cuando se está en tratamiento y no detectable, va a ayudar a eliminar el estigma en personas viviendo con VIH, reduce el temor al contagio y contradice muchas de las posturas que criminalizan el VIH”, puntualizó.

La segunda fase del estudio PARTNER se diseñó para proporcionar estimaciones precisas del riesgo de transmisión del VIH a través del sexo sin condón en parejas homosexuales serodiscordantes (uno VIH + y uno VIH -) en la que la persona VIH positiva se suprime viralmente mediante tratamiento antirretroviral. De acuerdo con la información suministrada durante la conferencia, estudios previos, incluidos la primera fase de PARTNER, no encontraron casos de transmisión del VIH en este tipo de parejas, pero el nivel de evidencia se había mantenido menor que el de las parejas heterosexuales.

El estudio, esta vez, enlistó a 972 parejas homosexuales serodiscordantes en 14 países europeos. Las parejas eran elegibles  si informaban sexo sin condón, si la pareja VIH negativa no informaba el uso de profilaxis previa o posterior a la exposición (PrEP o PEP), y si la pareja VIH-positiva estaba suprimida viralmente.

Los resultados mostraron que a pesar de alrededor de 77,000 actos sexuales sin preservativos, no hubo ningún caso de transmisión del VIH entre las parejas. El estudio no encontró transmisiones entre parejas homosexuales donde la pareja VIH-positiva tenía una carga viral menor de 200 copias/ml. Alison Rodger, de la University College London, informó que esto da una tasa precisa de cero para la transmisión del VIH dentro de la pareja, con un alto grado de confianza estadística.

“El estudio demuestra que el tratamiento efectivo para VIH logra reducir la posibilidad de transmitirlo en ausencia de otras formas de prevención (condones o PrEP)”, afirmó, por su parte, el doctor Carlos Rodríguez, catedrático de la Escuela Graduada de Salud Pública del RCM e Investigador Principal del SexTEAM en el Centro de Investigación y Evaluación Sociomédica.

Rodríguez, quien ha dirigido importantes investigaciones relacionadas con el VIH en Puerto Rico, recordó que es importante considerar la posibilidad de otras infecciones de transmisión sexual como sífilis, gonorrea y clamidia para las cuales ambos miembros de la pareja deben realizarse pruebas, particularmente si no están en relaciones cerradas o sexualmente exclusivas, así como utilizar protección. Aunque específicamente en Puerto Rico no se ha llevado a cabo un estudio similar al PARTNER, el científico habló sobre algunos de los hallazgos que se han observado en investigaciones en la isla.

“En nuestras investigaciones, hemos identificado que las personas que están en parejas serodiscordantes suelen compartir su estado serológico y, frecuentemente, se vinculan en prácticas sexuales que previenen riesgos de infección, incluidos el uso de condón, PrEP y el tratamiento como prevención”, explicó.

El doctor, quien también estuvo presente en la conferencia en Ámsterdam, indicó que durante el encuentro se habló además sobre investigaciones que se están llevando a cabo sobre nuevos medicamentos para tratar el VIH y para prevenir la infección (PrEP). Se confirmó que el uso de PrEP ha ayudado a reducir nuevas infecciones de VIH, pero aún es necesario hacerlo disponible a más poblaciones, especialmente a las de mayor riesgo.

“Se documentó, además, cómo en Puerto Rico y a nivel global el estigma y el discrimen siguen siendo las barreras sociales más poderosas para riesgos de infección con VIH y para facilitar el acceso a tratamiento”, sostuvo.

  1. 48,900 – el número de diagnósticos de VIH reportados en Puerto Rico, desde el 1.o de enero del 1981, según datos del CDC

Hincapié en efectos de medicamento en embarazadas

Durante la conferencia, además, se presentó un nuevo análisis del impacto del uso de la droga antirretroviral Dolutegravir (DTG), asociada al aumento en defectos de tubo neural (conocidos como espina bífida) en mujeres que tomaron ese medicamento antes de quedar embarazadas, explicó la doctora Zorilla.

“Sin embargo la droga reduce significativamente la mortalidad en las mujeres y el análisis demostró que si es la única alternativa, está justificado su uso en lugares en donde DTG es la única opción de tratamiento”, apuntó la catedrática.

“En Puerto Rico tenemos muchas opciones de tratamiento y por lo tanto las mujeres en edad reproductiva que desean un embarazo deben evitar usar el DTG”, añadió la científica.

El riesgo de que el bebé en el feto desarrolle espina bífida es en las primeras 8 semanas de embarazo, periodo dentro del cual se forma el tubo neural y la mayoría de las mujeres no se ha dado cuenta de que están embarazadas, dijo la doctora. Luego de esas primeras ocho semanas, el DTG se puede usar en el embarazo sin riesgo.

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