Los duques de Sussex, Harry y Meghan, quienes se casaron el pasado sábado 19 de mayo, iniciaron su vida de matrimonio en “Nott Cott”, como llaman coloquialmente a Nottingham Cottage, la residencia más modesta del Palacio de Kensigton.
Nottingham Cottage, que se ubica en el centro de Londres, se convirtió en una prueba de fuego para los dos hijos de la princesa Diana en sus matrimonio, pues allí tuvieron su primera convivencia el príncipe William y Kate Middleton en el 2011, recién casados, y ahora es el turno de Harry y Meghan.
Se trata de una casa de 125 metros cuadrados, con solo dos dormitorios (diecinueve dormitorios menos que el departamento vecino que hoy ocupa su hermano), un pequeño salón, cocina y dos baños.
Fue construida hace más de tres siglos, como todo el palacio, y entre sus ocupantes históricos están Sir Miles Hunt-Davis, el secretario privado de Felipe de Edimburgo, y Jane Fellowes, hermana de la princesa Diana.
Nottingham Cottage está muy cerca del Jardín Blanco, una de las zonas más impresionantes del Palacio de Kensington, que fue precisamente construido en homenaje a la Princesa Diana de Gales. Fue ahí donde Harry y Meghan anunciaron su compromiso.
Harry conoce todos los rincones de Kensington, y ahí ya comparte su vida con Meghan Markle.
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