La marihuana era como un miembro más de nuestra familia”, recuerda Cedella Marley, primogénita del rey del reggae. Convencida de sus beneficios “psicológicos y medicinales”, anima no ya a fumarla sino a comerla en “Cocina con marihuana”, una guía para incorporar el cannabis a la dieta diaria.
Esta cantautora, escritora, actriz y diseñadora de moda -autora de la equipación del equipo jamaicano en las Olimpiadas de Londres de 2012-, nacida en Jamaica en 1967 pero residente en Miami (EE.UU.), incorporó la marihuana a su vida desde “jovencita” y, tras dejar de fumarla para cuidarse la voz, la introdujo en su dieta a través de recetas que van desde aperitivos a postres, y a la cosmética.
PUBLICIDAD
Setenta de ellas recoge este libro publicado por Kitsune Books, en el que también cuenta anécdotas de unos padres nada convencionales, los cantantes Bob y Rita Marley, que adoptaron el modo de vida rastafari a mediados de los 70 y con él el cannabis como elemento “sacramental”.
De su padre aprendió el gusto por la música y por la marihuana, que cultivaban en el jardín, y de su madre “comidas deliciosas” con los potentes sabores jamaicanos, de ahí que el libro sea su “forma de compartir con el mundo” el legado de su familia.
Advierte de que no hay que abusar de esta planta y en sus recetas propone cinco gramos de THC (su componente psicoactivo, el que hace “volar”) para fomentar “el colocón moderado y alegre” que le gustaba a su padre. Según sus datos, la dosis común por ración en gran parte de Estados Unidos es de diez gramos.
Defiende Cedella Marley que se trata del “analgésico más natural del mundo” y que forma parte de su filosofía de comer “sano y bien”, aunque también destaca que compartir con amigos platos cocinados con marihuana hace las veladas más divertidas.
Celebra que ya no sea “un tabú” y que se esté apostando por su legalización, algo que hubiera alegrado a su progenitor y que permitió a su familia lanzar en 2014 la marca Marley Natural, que comercializa varios tipos de marihuana y su aceite esencial.
PUBLICIDAD
“Tiene beneficios medicinales en el tratamiento del dolor, la epilepsia, la salud ocular, la ansiedad, el síndrome de estrés postraumático… Los humanos tenemos un sistema endocannabinoide, un grupo de receptores endógenos para recibir las propiedades benignas y curativas de la marihuana”, explica la autora.
También reivindica que “es orgánica, no afecta al hígado y no tiene calorías ni azúcares: es un ingrediente rico y natural”.
Así que, mucho más allá del bizcocho, Marley despliega un amplio recetario acompañado por una serie de mandamientos para su correcto consumo, lo que incluye no sobrepasar las dosis, no conducir después de haberla ingerido porque los efectos pueden durar hasta ocho horas, no dejar que los niños prueben esos platos y tener zumo de naranja a mano “por si alguien se pasa”.
También ayuda a diferenciar los distintos tipos que se cultivan, desde la sátiva Jamaican Lambsbread favorita de Bob Marley hasta la Pneapple Kush, con un toque “dulce-tropical-floral” o la Lemon Hze, con “un sabor fresco a cítricos”.
El “sabor irie” impregna su cocina desde el desayuno, cuando, según su madre, el cannabis “abre los ojos”, momento para el que recomienda las variedades de sátiva en tés, zumos o dulces como las magdalenas de plátano rellenas de queso y guayaba.
Prepara “aperitivos saludables” como la salsa de cáñamo con “superpoderes”, combina las vitaminas y minerales de frutas y verduras con las propiedades “antioxidantes y curativas de la marihuana” en ensaladas, y reúne a los amigos en una “divertida cena” jamaicana con pollo “jerk” o “fish’n festival” que traslada al comensal a los locales de Hellshire Beach, en Kingston, famosos por su pescado frito.
Porque, como clamaba su padre: “Me dicen tonto por fumar marihuana, pero le dicen inteligente al creador de la bomba atómica”.
EFE