Más de 5 millones de personas en el mundo se infectan con el Virus del Papiloma Humano (VPH) cada año, y aproximadamente el 74% de los casos ocurre entre los 15 y los 24 años de edad.
“Es la infección de transmisión sexual más frecuente, cuyas manifestaciones cutáneas –verrugas genitales o condilomas– aumentan el riesgo de cáncer del cuello uterino”, afirmó la doctora Susana Canalizo, integrante de la Fundación Mexicana para la Dermatología (FMD).
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer del cuello uterino ocupa el cuarto lugar de cánceres más comunes que afectan a mujeres, con un estimado de 266,000 muertes.
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Según lo anterior, el VPH es una infección de transmisión sexual que además se contagia por el contacto de piel a piel. Se estima que aproximadamente 80% de las mujeres sexualmente activas contactan con al menos un tipo de VPH en algún momento de su vida y este porcentaje es aún mayor en el caso de los hombres.
“Es una enfermedad silenciosa y rara vez causa síntomas. Tan sólo el 50% de los hombres con VPH genital no manifiestan signos de alerta, lo cual hace más difícil su diagnóstico. En otros casos las personas que han sido infectadas desarrollarán verrugas rápidamente a unas semanas o meses de después del contacto sexual”, explicó la especialista.
Las afecciones de la piel más frecuentes por el Virus del Papiloma Humano en un 70% son las verrugas cutáneas, también llamadas verrugas vulgares, comentó la doctora Canalizo Almeida y añadió que “pueden surgir en diferentes partes del cuerpo, pero lo más común es que aparezcan en cara, manos y pies (en los talones o en la planta del pie)”.
Son pequeños bultos duros y elevados que pueden ser dolorosos, al caminar causan incomodidad, “pueden presentar micro hemorragias que se ven obscuras, suelen confundirse con un cuerpo extraño”, agregó.
“Las verrugas vulgares se encuentran entre las 10 dermatosis más frecuentes en la población”, destacó la especialista.
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Otra de las manifestaciones son las verrugas genitales (condilomas) que son lesiones planas, pequeños bultos con forma de coliflor o protuberancias más pequeñas con forma de tallo. En las mujeres aparecen en la vulva, cerca del recto, el cuello del útero o en la vagina; mientras que en los hombres se encuentran en el pene, el escroto, alrededor del recto y algunas veces, dentro de la uretra.
“Es poco común que los condilomas generen dolor o incomodidad, aunque es posible que piquen, produzcan comezón o una sensación de ardor en la piel. En el caso de lesiones grandes pueden causar mal olor”, detalló la doctora Susana Canalizo, Secretaria de la FMD.
La experta mencionó que los condilomas son muy contagiosos y se transmiten de la pareja infectada durante el sexo oral, vaginal o anal.
“Es importante mencionar que lo besos o tocar los genitales de la pareja con las manos o la boca, también contagian el VPH, inclusive llegando a aparecer lesiones en boca. También por el uso de juguetes sexuales contaminados con el virus”, advirtió.
De igual manera, tocar las verrugas de otra persona o no utilizar protección antes de tener contacto sexual con pacientes infectados, puede aumentar el riesgo de infección. El uso del condón no protege completamente contra la infección del VPH.
Los pacientes con algún padecimiento que comprometa la inmunidad, como diabetes, cáncer o VIH que adquieran el Virus del Papiloma Humano, tienden a presentar lesiones muy grandes.
Si bien, actualmente no hay un tratamiento para eliminar una infección causada por VPH, existen medicamentos y procedimientos que ayudan a combatir las lesiones cutáneas como las verrugas. Los métodos más comunes son: crioterapia con nitrógeno líquido, tratamiento con rayo láser y extirpación quirúrgica.
Más aún. El aspecto de las lesiones del Virus del Papiloma Humano tiene repercusiones importantes en el estado anímico de los pacientes pues causa mucha vergüenza en las personas afectadas, pueden llegar a deprimirse, sentir culpa, rechazo, pierden el interés sexual y las relaciones con la pareja difícilmente perduran.
La doctora Susana Canalizo destacó la importancia de auto-examinarse para identificar posibles lesiones en la piel. “Mientras más temprano se descubran las verrugas, más fácil será tratarlas”, finalizó.