Viajaban desde San Francisco rumbo a Idaho, pero su vuelo se vio interrumpido por una curiosa y desenfrenada pasajera.
“Yo soy Dios. Quiero morir”, gritaba la descontrolada mujer mientras intentaba abrir a patadas al puerta de emergencia del avión. “Dios tiene todos los datos”, “no tengo ningún dato”, continuaba erráticamente durante su crisis nerviosa.
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Finalmente, personal de la agencia United Express debió atar los pies de la usuaria para lograr calmarla.
A pesar de la insólita situación, no fue necesario detener antes de tiempo el vuelo 5449, el cual aterrizó sin problemas.
A la salida, la policía esperaba a la pasajera, quien fue detenida para realizarle un diagnóstico médico.
Incluso, las autoridades evalúan tomar acciones legales en contra de la mujer, pues – aunque es imposible- de haber abierto la puerta, habría acabado con la vida de los 73 pasajeros abordo.