Ivy Angerman parece una niña linda y saludable de 2 años de edad, sin embargo, su caso se volvió viral luego de ser diagnosticada con el síndrome de urticaria acuagénica extrema, una enfermedad extremadamente rara que provoca que tenga una reacción alérgica cuando su piel entra en contacto con el agua.
La urticaria acuagénica (UA) sólo está registrado en poco casos en todo el mundo y no se conoce una cura para este mal.
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Al ver lo enrojecido de su piel, los padres de la menor pensaron que se trataba de una enfermedad común entre los bebés como una varicela o el sarpullido, sin embargo, al notar que ocurría cada vez que tenía contacto con el agua, tuvieron que acudir a los expertos de emergencia.
Para la pequeñita, un baño de 10 minutos puede convertirse en un infierno pues enseguida le provoca erupciones en la piel, urticaria y dolorosas ampollas, sin importar a qué temperatura se encuentre el agua.
El extraño caso fue confirmado por el Centro de Información de Enfermedades Raras y Genéticas de Estados Unidos, después de que la madre de la pequeña, Brittany Angerman, notara que desde que su bebé tenía 6 meses solía presentar erupciones rojizas en su piel cada vez que la bañaba.
Lo peor es que no sólo bañarse le deja un intenso dolor. Cada vez que llora, su rostro se inflama debido al contacto de sus propias lágrimas, por lo que Ivy no puede jugar mucho fuera de casa ni estar en la nieve.
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Ivy comenzó a recibir tratamiento de antihistamínicos dos veces al día para aliviar sus síntomas, pero su cuerpo a comenzado a volverse inmune al medicamento, por lo que ahora sólo lo utilizan dos veces a la semana, los días en que la pequeña recibe un baño, ocasiones en las que el dolor regresa.
Sus padres afirman lo doloroso que es verla con este padecimiento, pues no puede ser una niña normal que se ensucia o juega en la lluvia.
Los especialistas explicaron que los efectos del agua sobre la piel de Ivy Angerman son equivalentes a los de una quemadura de tercer grado, esta situación de no controlarse, puede generar daños irreversibles en la piel de esta bebé.
Los padres aseguraron que para minimizar ese dolor, decidieron bañarla solo dos veces a la semana de manera fugaz. “Estamos muy preocupados por su futuro, no sabemos que va a pasar, los médicos no nos dan un diagnóstico favorecedor”.