Era un día de playa como cualquier otro para un niño de California y su familia, pero repentinamente se transformó en un caso de estudio y el primero de su tipo, que tiene sorprendida a la comunidad médica mundial.
El pequeño de 11 años caminaba por un charco de rocas cuando cayó y se raspó parte de su codo.
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Las cosas comenzaron a empeorar con la herida y al paso de los días no disminuía, por el contrario mostraba un aumento considerable de su tamaño.
El temor de que fue algo de gravedad obligó a la familia a llevar al menor a urgencias, donde los médicos detectaron algo fuera de lo común, un molusco estaba creciendo bajo su piel.
El objeto duro de 4 milímetros de diámetro era un caracol de mar, que posteriormente fue identificado como un littoria scutulata, y parecía estar vivo.
El caso fue reportado por el doctor Albert Khait médico tratante del menor en la revista “BMJ Case Report” donde destaca que “en la mayoría de estas infecciones de tejidos blandos surgen de heridas de penetración por objetos inanimados, pero rara vez, un organismo vivo puede presentarse como un factor contribuyente”.
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“Presentamos el caso de un niño de 11 años con un absceso inusual de la piel que contiene un caracol marino de bígaro (Littorina scutulata). Las características únicas de este molusco intermareal parecen haberle permitido sobrevivir en el tejido subcutáneo durante una semana, a pesar del ambiente hostil de un absceso cutáneo. Este caso enfatiza el cumplimiento de las pautas profesionales actuales que recomiendan incisión y drenaje de los supuestos abscesos cutáneos y alienta a los médicos a tomar un historial cuidadoso de la enfermedad actual que pueda ayudar a identificar casos posteriores de caracoles marinos u otros organismos vivos que residen en abscesos cutáneos”, dice el abstracto del informe presentado por ele especialista.
Pese a lo extraño del caso, el niño se encuentra sin problemas e incluso se mostró entusiasmado cuando los médicos le comentaron que lo ocurrido era el primer caso documentado en la historia médica.
Fue tanta la emoción, que incluso pidió conservar el molusco que había albergado bajo su piel para poder contar su historia y mostrárselo a sus amigos.