“¿Alguna vez has visto a la reina mirar hacia abajo?”. Esa es la pregunta con la que Indy100, una web perteneciente al diario inglés The Independent, consulta a sus lectores con respecto a Isabel II.
Luego de esto, y de contestarse a sí mismo indicando que Su Alteza si ha efectuado este movimiento, como por ejemplo al saludar a un niño, vuelve al tema para realizar una segunda interrogante: “¿pero, qué pasa cuando ella está usando una corona? “.
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La corona imperial, que Isabel II utiliza en eventos como la apertura estatal del Parlamento, pesa 10 kilos y por esa razón no puede mirar hacia abajo, ya que pondría en riesgo su propia vida.
Este hecho es relatado en el documental de la BBC “La coronación”, en donde el experto en realeza Alastair Bruce conversa con ella sobre los detalles de su vida con la corona como protagonista.
En ese sentido, le pregunta si tiene que tener la cabeza “muy quieta” si es que ella usa la corona y recibe como respuesta un “si”.
“Y no puedes mirar hacia abajo para leer el discurso que tienes para pronunciar el discurso, porque si lo hicieras, tu cuello se rompería, se caería. Entonces, hay algunas desventajas para las coronas, pero por lo demás, son cosas bastante importantes”, explica la reina.
Isabel II describe además a la corona como “muy difícil de manejar” y destaca por su simpleza y cercanía al abordar este tema. Incluso, Bruce revela una anécdota que vivió con ella.
En un momento, la reina en vez de levantarse para ir al lujoso mesón que soporta a la corona, hizo algo que probablemente todo ser humano flojo haga en su casa: prefirió quedarse sentada y arrastrar la mesa por el suelo. Y ante la mirada de su entrevistador por la acción que hace, ella minimiza esto y le dice: “Bueno, ya sabes, es mi corona”.