Una investigadora del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR-RCM) concluyó que los enjuagadores bucales podrían incrementar el riesgo de diabetes
Según la investigación de Kaumudi J. Joshipura, catedrática dotada de NIH y Directora del Centro de Investigaciones Clínicas y Promoción de la Salud de la Escuela de Medicina Dental (EMD) de la UPR-RCM, las personas que utilizaban los enjuagadores al menos dos veces al día tuvieron mayor riesgo de pre-diabetes y diabetes.
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La razón es que los enjuagadores bucales pudieran deteriorar las bacterias beneficiosas del organismo humano e incrementar el riesgo de padecer diabetes en las personas.
Como parte del “San Juan Overweight Adults Longitudinal Study (SOALS)”, se analizó una muestra de 945 personas en sobrepeso, entre las edades de 40 a 65 años y sin diabetes, a quienes se les dio seguimiento por un periodo de 3 años.
El riesgo de padecer diabetes o aumento excesivo de glucemia, se informó, es aún mayor en los individuos que padecen de sobrepeso.
En la muestra, los individuos que reportaron usar enjuague bucal dos o más veces al día tenían 50% mayor riesgo de aumentar sus niveles de azúcar a pre-diabetes o diabetes, comparados con los que usaban menos enjuague bucal y con los que no lo usaban.
“Las bacterias buenas en nuestra boca, incluyendo los microbios que ayudan al cuerpo a producir óxido nítrico, podrían ayudar a regular el metabolismo y la resistencia a insulina, y protegernos contra la diabetes,” expresó la doctora Joshipura.
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Otros colaboradores del estudio incluyen al Sr. Francisco Muñoz y la Dra. Evangelia Morou, facultad de la EMD del RCM y el Dr. Rakesh Patel de la Universidad de Alabama.
“Los enjuagadores bucales no necesariamente ayudan a combatir enfermedades periodontales, la mayoría de los enjuagadores encontrados en las tiendas se promocionan con la función principal de matar las bacterias, para mejorar la higiene oral o algunos específicos para prevenir caries y para el mal aliento” indicó Joshipura. Estos ingredientes antibacteriales no son selectivos, atacan todo tipo de bacterias buenas y malas.
La Asociación Dental Americana (ADA) establece que “aunque usar un enjuague bucal no reemplaza el cepillado y el uso de hilo dental, puede ser una adición que ayude al cuidado diario del higiene oral para algunas personas”.
A su vez, indicó que “para productos de venta sobre el mostrador, busque enjuagues que tengan el sello de aceptación ADA. El sello de ADA implica que este es un producto seguro y efectivo para el propósito anunciado”.
Sin embargo, la seguridad a largo plazo con respecto al riesgo de diabetes y otras enfermedades crónicas no se ha evaluado.
Según el comunicado de prensa del RCM-UPR, aunque se necesitan más estudios para confirmar la contribución de las bacterias orales en el desarrollo de diabetes, según los hallazgos de este y otros estudios es recomendable evaluar si realmente la persona necesita usar enjuague bucal. También se recomienda considerar los riesgos y beneficios para enfermedades orales y sistémicas.
Precisamente, la página informativa digital del Dr. Mercola pide en su edición de hoy a las personas que se deshagan de los enjuagues bucales y las pastas con flúor (floruro) para mejorar el microbioma oral.
“Al igual que su microbioma intestinal, su microbioma oral necesita estar equilibrado con el fin de conservar su salud a nivel óptimo. Si este equilibrio se altera demasiado, las bacterias benignas pueden tener efectos patógenos. Aunque el consumo de probióticos mejorará el equilibrio de las bacterias en su intestino, esta estrategia no funcionará en su cavidad oral. Ante todo, la clave para mejorar su microbioma oral es interrumpir la matanza indiscriminada de microbios en su boca”, explica.
Agrega que se debe “evitar usar enjuagues bucales a base de alcohol, pastas dentales con flúor e ingredientes antimicrobianos como el triclosán. El flúor daña su microbioma y tiene diversos efectos perjudiciales para la salud”.
La exposición excesiva al flúor proveniente tanto de la pasta de dientes, como del agua con el mismo compuesto y otras fuentes, ha provocado una epidemia virtual de daño por flúor, informa.
“En la actualidad, 4 de cada 10 adolescentes en los Estados Unidos, tienen dañados sus dientes debido al flúor –esta afección se conoce como fluorosis dental. Asimismo, el flúor es un disruptor endocrino que puede dañar a sus huesos, cerebro, tiroides, glándula pineal e incluso su nivel de azúcar en la sangre”, dice.
También explica que en los niños, el flúor se relaciona con el daño cerebral y bajo coeficiente intelectual. “Sus dientes necesitan ciertos minerales y nutrientes, sin embargo, el flúor no es uno de ellos, e incluso su aplicación por vía tópica se ha puesto en tela de juicio”, se afirma en la página digital.
Una alternativa sería cepillar los dientes con una mezcla de aceite de coco y bicarbonato de sodio o potasio, dos veces al día.
“El cepillado dental diario es la base del cuidado bucal. Las investigaciones sugieren que lo ideal es cepillar los dientes por 2 minutos a una presión de 150 gramos, esto equivale al peso de una naranja aproximadamente”, reveló.