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Duro el golpe de María a la industria de la moda

Los diseñadores de moda no han estado exentos del daño provocado por el huracán y en esta edición no hablan sobre sus nuevas colecciones, sino del golpe de las pasadas semanas y los ajustes ante la crisis

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La industria de la moda en Puerto Rico no ha estado exenta del impacto del huracán María sobre la isla y la crisis durante las semanas posteriores a su paso. La posposición o cancelación de bodas y eventos sociales, la falta de energía eléctrica y los daños a la infraestructura en algunos de los talleres, así como en los hoteles y lugares que sirven de escenario o pasarela para las y los amantes del buen vestir, han tenido mucho que ver en ese impacto. O quizás, como simplemente dijo uno de los diseñadores de moda entrevistados para esta edición, “no es momento de darse lujos”.

Para Carlos Bermúdez, presidente de San Juan Moda, se trata sin duda, de una de las industrias más afectadas por el paso del huracán.

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“Es una industria que es de lujo básicamente, porque hay un sector que acude a los diseñadores de moda que no tan solo no están en las de comprar ropa en este momento, sino que se cancelan un montón de eventos para los que ellos suelen comprar este tipo de vestidos a la medida”, apuntó.

“Es una cadena, si el diseñador no produce, pues no hay costureras ni costureros, no hay modelos, no hay stylist”, añadió Bermúdez.

De hecho, San Juan Moda, uno de los eventos de moda más importantes del país, celebraría si edición número nueve la semana del 11 de noviembre. Sin embargo, ante la situación que vive el país y por los daños que provocó María en la infraestructura del Hotel San Juan –donde se llevaría a cabo el evento–, Bermúdez tomó la decisión de posponer San Juan Moda hasta diciembre.

Dicha edición se llevará a cabo como una serie de eventos benéficos para apoyar a damnificados por el huracán. Pese a las dificultades, el grupo de diseñadores que originalmente había confirmado su participación, reconfirmó sus presentaciones en esta novena edición.

“Yo creo que en esta industria y en todas hay que buscar como reinventarse. En momentos como este hay que buscar, si el diseñador no ve una demanda en ropa de lujo, pues el diseñador tiene la capacidad de hacer otro tipo de ropa que no necesariamente es la ropa de lujo y en eso yo veo dirigido algunos diseñadores que enseguida están buscando como reinventarse”, afirmó Bermúdez.

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La falta de energía eléctrica ha sido una de las principales razones por las cuales se ha agudizado el impacto en la industria de la moda.

“Apenas ayer me llegó la luz y pues ahora volver a organizarme para ver si puedo levantar el negocio nuevamente, ya que muchas cuentas a pagar no paran y los ahorros ya son minimos”, expresó el diseñador Juan Carlos Collazo, quien mantiene su atelier en Ponce.

Otros de los grandes retos posterior al huracán fue lograr comunicación con las clientas, en medio del caos que generó el colapso de la infraestructura de telecomunicaciones.

“Poco a poco se ha comunicado una que otra clienta que ya tenía su cita, pero pienso que va a ser un proceso lento y tedioso. Más aún hay que comprender que el cliente no está en óptimas condiciones para pagar lo que vale un trabajo bien hecho y exclusivo”, dijo el diseñador. “María para mi ha sido un reto, el más difícil después de hacer nombre y poder tener un atelier”, añadió.Collazo espera reabrir su tienda la próxima semana, optimista en que todo regrese a la normalidad lo antes posible. 

“Considero que los diseñadores exclusivos vivimos de la vanidad y no es momento de darse lujos. Algunas de mis empleadas tuvieron que irse del país y otras aún están en la espera”, expresó.

Para los diseñadores de moda que cuetan con su propio atelier, boutique o tienda de ropa, el impacto se multiplica.

“De las industrias que más tarde yo creo que se va a levantar va a ser la de la moda, porque no hay eventos, muchas bodas canceladas, los eventos sociales cancelados y obviamente nos afecta a nosotros directamente”, explicó el diseñador Marcos Carrazana, quien dijo que al menos 12 eventos en su agenda para los meses de septiembre, octubre y noviembre han sido pospuestos o cancelados.

“Además de diseñadores, somos empresarios y con esa parte es que pagamos luz, renta, la ayuda que tenemos con los empleados y básicamente no entra dinero, porque al no tener el evento pues los clientes no tienen por qué ir a buscar los trajes”, dijo el diseñador, quien cuenta con una tienda en Arecibo y otra ubicada en la Avenida de Diego en San Juan.

“Todo es un proceso, a lo mejor estos tres meses se nos hacen fuerte hasta diciembre y ya después todo arranque en enero”, añadió el diseñador.

Carrazana pudo reabrir su tienda de ropa y atelier ubicada en Arecibo hace aproximadamente dos semanas, luego de que se restableciera el servicio de energía eléctrica en la zona. El diseñador urgió a las autoridades a restablecer dicho servicio en San Juan, una zona especialmente importante, pues de ello depende en gran medida el establecer una nueva fecha para los eventos cancelados o pospuestos.

“Hasta que no haya luz no va a ser un arranque total. Es un poco desesperante en ese sentido”, dijo Carrazana, añadiendo que también dependen de que los hoteles puedan corregir lo antes posible los daños de infraestructura en sus salones o espacios de eventos.

Mientras tanto, el diseñador se ha concentrado en el proceso creativo.

“Por primera vez yo te diría que tengo ya la colección del próximo season ya dibujada completa, aprovechando el tiempo en eso”, dijo.

El tiempo. Para el diseñador Luis Antonio, uno de los más reconocidos en Puerto Rico, “la pérdida mayor sí ha sido el tiempo transcurrido”.

La atelier y boutique de Luis Antonio se mantuvo cerrada más de 30 días, al igual que el resto de las tiendas ubicadas en The Mall of San Juan.

“Estuvimos más de 30 días sin operar, de mi dependen 12 empleados que estuvieron sin trabajo, yo no generé dinero”,  explicó el diseñador.

“Estuve en incertidumbre, porque yo mismo como jefe no estaba seguro de cuál sería el destino ni del Mall, ni de la tienda, ni del público y la gravedad en cuanto a venta”, añadió. 

Finalmente, la tienda reabrió sus puertas hace dos semanas, justo cuando el Mall anunció el restablecimiento de sus operaciones. El diseñador se concentra ahora en los reajustes y estrategias para sobrellevar y sobrepasar la crisis.

“El equipo de trabajo sigue siendo el mismo, con menos horas de trabajo porque el Mall tampoco está operando en horario regular, pero sí tengo a todo el mundo trabajando conmigo”, explicó.

Luis Antonio indicó que las pérdidas “han sido grandes”, luego de un mes sin producción. Sobre la mesa analiza varios planes para recuperarse del impacto, al tiempo que maneja estrategias, aunque ante la incertidumbre y la situación que vive el país, no tiene una expectativa de ventas.

“En mi caso personal, de mi tienda, puse una venta especial con la mercancía que tiene la tienda, haciéndola más atractiva y que la gente venga a visitarnos al centro comercial y poder seguir trabajando”, explicó, añadiendo que respecto a sus clientas de ropa hecha a la medida, la respuesta después del huracán ha sido positiva.

“Ninguna me canceló vestido. Se pospusieron todos los eventos, bodas, fiestas personales de mis clientes”, indicó.

El diseñador también ha hecho ajustes en sus planes para los próximos meses.  Para la época navideña, por ejemplo,  trabaj una coleccˆón más accesible en términos económicos, también para hacerla más atractiva a la clientela en momentos crisis.

“Por ejemplo, si voy a tener unos trajes para despedida de año, pues  voy a trabajarlos a precios más módicos, acomodándome a que todo el mundo en la Navidad pueda sentirse que está de fiesta, aunque realmente el país esté en recuperación”, apuntó.

Dentro de The Mall of San Juan también se encuentra la boutique y atelier de otros de los grandes diseñadores de la isla, Gustavo Arango.

“Todos nosotros nos estamos preparando para un nuevo Puerto Rico, un nuevo pensar y definitivamente eso ha impactado a todos los grandes y pequeños negociantes”, afirmó.

La boutique de Gustavo en el Mall también reabrió sus puertas hace dos semanas. No pudo hacer lo mismo con su atelier ubicada en la Avenida Roosevelt, que sufrió daños estructurales que dieron paso a las lluvias de María, provocando pérdidas de miles de dólares en telas y vestidos de alta costura.

“Estamos pasando un proceso del Puerto Rico del hoy, que no hace referencia al puerto Rico del año pasado”, expresó el diseñador.

“Cuando estamos hablando de negocios, estamos viendo unos números que si lo miramos en dólares y centavos definitivamente ha habido un impacto y más en el área nuestra que es el área de lujo”, añadió Arango.

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