El curioso establecimiento familiar A Fuego, que recrea una estación de bomberos, cuenta con dos pisos cuidadosamente decorados con elementos, equipo y obras de arte alusivas a los bomberos.
“Siempre hemos sido admiradores de los bomberos y queríamos hacer un restaurante temático inspirado en ellos porque son gente que siempre ayuda y apoya a la comunidad”, explicó la colombina Astrid VéleZ, quien, junto a su esposo Roberto Colón Cruz (puertorriqueño), desarrolló el concepto durante tres años.
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Todo esto se complementa con la propuesta culinaria que combina los sabores de la cocina puertorriqueña y colombiana con matices caribeños, del chef ejecutivo José Juan Martínez Ramos, con más de veinte años en la industria culinaria y quien diseñó una serie de platos con curiosos nombres que encontrará tanto en la carta como en “doña pizarra”, una especie de tablón gigante que cuelga del techo, donde comunica la sopa y el especial del día.
Desde la entrada, una pecera cilíndrica de agua salada repleta de langostas vivas les da la bienvenida a los amantes de los frutos del mar, que podrán escoger la que prefieran y se cocinan al momento.
Pa’ picar —como llaman a los aperitivos— sugieren los camarones con salsa de coco o los camarones en tempura de bacalao; el trío de mofonguitos ardientes con carrucho, churrasco y pulpo; los tacos de pescado; calamares fritos; o las tradicionales empanadas colombianas confeccionadas con harina de maíz, rellenas de carne o pollo estofado.
En la sección del Código rojo a fuego pa’ degustar, proponen La Bombera D’ el Grupo, una tierna langosta del tanque, confeccionada al ajillo, a la criolla o a la mantequilla; la bandeja paisa, muy típico de la cocina colombiana, que combina las arepas colombianas, tajadas de maduro, carne molida, chorizo, chicharrón de cerdo y aguacate servido con arroz blanco coronado con huevo frito y frijoles; mariscada servida con unos crujientes tostones; o el chillo frito al ajillo, a la criolla o a la mantequilla.
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Si es amante de las carnes, le encantará saborear el protagonista de la casa, el 911 New York Steak, una libra de jugoso steak al término de cocción de su preferencia; pernil de cerdo kurobuta para dos, marinado y asado despacito, servido con mamposteado y maduros; o La Manguera D’ Churrasco a la parrilla o al sartén, muy bien acompañado con una selección entre tostones, arroz blanco y habichuelas, mofongo o el delicioso arroz mamposteado.
Pero le advierto que, si durante su visite escucha sonar una campana, no se trata de una emergencia, más bien es un momento especial en el que el chef saldrá a saludar a los visitantes.
“Hacemos todo con mucho cariño utilizando productos frescos de Puerto Rico para que el cliente tenga una experiencia única”, expresó el chef.
Pa’ Enrumbarse cuenta con dos barras con curiosos cocteles, como el Bombero Island y el Luquillo Sunset Punch. También sirven cervezas y una selección de vinos de España, California, Argentina y Francia.
Curiosidades de A Fuego
- El restaurante fue diseñado con un sistema de sustentabilidad para proteger el medioambiente. Para hacer la limpieza más eficiente, se utiliza una máquina de presión especial y el piso tiene un sistema de drenaje para colectar el agua. Además, cuenta con una moderna trampa de grasa.
- El techo, traído de Italia, cuenta con paneles solares y un calentador de agua solar para disminuir el consumo eléctrico. Además, le permite la colección del agua utilizada para la limpieza y los baños del edificio.
- La pecera de agua salada, con una capacidad para 60 libras de langosta, tiene su propio sistema de filtración, mecanismo para enfriar el agua y la esteriliza con un sistema ultravioleta.
- El vistoso salón comedor exhíbe las obras de la muralista Heide Martínez González, quien decoró la terraza con su interpretación del mar, una guitarra en llamas y hasta un túnel, donde se colocó una cabina real de un camión restaurada, que llama mucho la atención.
El restaurante está localizado en el local número 50 en los quioscos de Luquillo.
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