De entrada se dará cuenta por qué Playa Papaya goza de gran acogida. Y es que, además de que cocinan fresco y sabroso, tiene un ambiente bien agradable y sencillo, donde se esmeran en agradar a los invitados.
En cuanto al menú diseñado por el chef Roberto Nacer, este incluye más de 20 opciones para brunch, con múltiples combinaciones de desayunos, sándwiches, wraps y ensaladas. Lo mejor es que sirven muy buenas porciones a precios bien módicos.
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“En esta área no había un lugar de comida saludable tanto para el local como para el turista. Encontramos que había una necesidad en la zona, compramos la llave del negocio y expandimos el menú. Trabajamos con ingredientes, carnes y frutas frescas, y todo lo hacemos from scratch, como la mezcla de los pancakes y los waffles”, explicó el propietario, Christian Valenzuela.
Algunos de los platos más populares para el brunch son el salmón surfer, que consiste en dos tostadas bagel con queso crema, salmón ahumado, huevo y aguacate; omelette Vibra Española, una versión de la tortilla española con queso mozzarella, papitas, cebollas, servida con tostadas con mantequilla; Old San Juan Mallorca, un sándwich de mallorca con tocineta, jamón de pavo y huevo; y los suculentos pistacho pancakes, guava pancakes o los koko pancakes, tres enormes pancakes confeccionados con leche de coco servidos con fresas y guineos, espolvoreados con pedacitos de coco.
Además, en el juice bar tropical podrá refrescarse con coco frío o con los sabrosos smoothies y los açai elaborados con frutas frescas, no congeladas.
Entre los favoritos de los asiduos visitantes está la açai colada, una versión de la piña colada con guineo, blueberries, piña, agua de coco y granola; el emblemático papayadise, con papaya, guineo, leche de soja y azúcar negra; el mango’s, una combinación de mangó, jengibre y jugo de china; y el morning sunshine, que consiste en un double shot de café espresso con leche descremada, caramelo, cacao y azúcar negra.
También preparan los açai bowls, como el Isla Verde Bowl con piña, kiwi, polen de abeja, granola y agave, y la Jungla Bowl, confeccionado con mantequilla de maní, entre otros.
“El nombre de Playa Papaya es por la fruta y por la playa que la tenemos aquí detrás”, describió el empresario puertorriqueño, que levanta su negocio en medio de las grandes cadenas hoteleras.
