Hace siete años los jóvenes empresarios Jenny Santiago y su esposo, José Colón, jamás imaginaron que levantarían con éxito un negocio de distribución de postres, al que nombraron Sweet Oven.
Como muchas grandes ideas, esta surgió en momentos de mayor necesidad. Fue en la marquesina de su hogar que comenzaron a confeccionar deliciosas tartas de limón.
Pronto se comenzó a regar la voz, y, ante la demanda, incorporaron otros productos, como los cupcakes y bizcochos para toda ocasión e impresión en azúcar para corporaciones.
Como dato interesante, ninguno de los dos estudió repostería, pero Santiago, quien trabaja en la industria turística, sabía muy bien lo que hacía, conocimientos que transmitió al padre de sus dos hijos, quien para ese entonces estaba desempleado.
En la actualidad, él se encarga de confeccionar y distribuir sobre cinco productos a la Hacienda San Pedro, Café Late Que Late y varios food trucks, como Yummy Dumplings, entre otros. Pero, además, ambos ofrecen divertidos talleres educativos y demostrativos dirigidos a niños y niñas, para enseñarles a confeccionar galletas, cupcakes y bizcochos.
“Yo tenía unas recetas que siempre había preparado y comenzamos con una tarta de limón. Después, añadimos zanahoria con frosting de queso crema, red velvet con queso crema, chocolate y tarta de oreo”, recordó la empresaria.
Destacó que, a diferencia de otros negocios de distribución de postres, en el negocio establecido en Vega Baja elaboran todo desde cero.
“Nos enfocamos en la calidad porque todo se hace from scratch. Desde la mezcla; la crema se bate aquí; las zanahorias se rallan aquí, y el crust… Todo lo hacemos aquí”, explicó.
Talleres para niños
“En las clases queremos que ellos se diviertan, pero también que aprendan, porque les hablamos sobre los ingredientes que estamos trabajando. Por ejemplo, se les habla del azúcar y qué tipo se utiliza. Se les pasa el azúcar para que ellos la toquen y la prueben. Que vean la diferencia de la morena, la granulada o la de polvo…”, aseguró Santiago.
Además, compartió que se les orienta en cuanto a las medidas, los sólidos, líquidos y cómo medir correctamente.
También se les enseña los diferentes tipos de mantequilla, para que, cuando vayan al supermercado con los padres, sepan escoger la correcta.
“Es bien interesante porque todos miden y participan. Ellos abren huevos, echan la mantequilla y salen llenos de azúcar de pies a cabeza. Les encanta. La parte de la decoración es lo que más les gusta. A veces les presentamos algunos diseños, pero normalmente ellos quieren darle su propio estilo”, añadió.
Curiosamente, los talleres son más frecuentes para los varoncitos.
“Eso de que los varones no cocinan es cosa del pasado, y los papás ya han acogido esa mentalidad. Hemos tenido clases completas de varones. Pienso que tiene que ver con la influencia de la televisión, como programas de Food Network en los que vemos estos grandes chef famosos.Ellos los ven y les encantan. Trabajan con sus mangas para decoración, rodillo para pastillaje y hacen sus propias mezclas para hornear. Se hacen los postres de principio a fin”, ilustró.
Los talleres demostrativos se extienden por dos horas y se ofrecen los sábados de 10:00 a 12:00 y 12:00 a 2:00 de la tarde. Son recomendables para niños de seis años en adelante.
Para más información puede comunicarse al 787-649-8179 o en Facebook: sweetovenpr.