Muchas personas se quejan de la gran cantidad de correos electrónicos que reciben todos los días, y lo difícil que es estar “sobre” su bandeja de entrada. Pero un nuevo estudio, realizado por el Dr. Richard MacKinnon de Centro de Trabajo Futuro, una organización sin fines de lucro con sede en Chipre, sugiere que no es solo el volumen de mensajes lo que causa estrés.
Los investigadores encuestaron a 2,000 adultos, preguntándoles acerca de sus hábitos de correo electrónico, la forma en que utilizan la tecnología, la cantidad de presión que experimentan, los detalles acerca de su trabajo y su personalidad. Los resultados, presentados en la conferencia anual de Psicología Ocupacional en Nottingham de la División Británica de Sociedad de Psicología, confirman que existe un fuerte conjunto de relaciones estadísticas entre cómo la gente utiliza el correo electrónico y la presión que siente.
“Los que nos comunicaron que revisan su correo electrónico muy temprano en la mañana o muy tarde en la noche, reportaron sentir niveles muy altos de presión”, explicó MacKinnon a Publimetro. “Así, mientras que el número de mensajes que recibimos está asociado con la presión, nuestros propios hábitos también juegan un papel importante”.
Según los científicos, muchas personas desarrollan malos hábitos con respecto a la gestión de correos electrónicos. Casi la mitad utilizaba notificaciones de empuje para obtener mensajes, el 62% estaban dejando la bandeja de entrada abierta durante todo el día y el 16% de los solteros estaban comprobando regularmente su correo electrónico entre la medianoche y 3:00 de la mañana.
“Hay mucha evidencia que demuestra cómo los efectos del estrés en curso impactan nuestra salud psicológica y física”, añadió MacKinnon. “Todo, desde trastornos de sueño a problemas de relación. Es un costo importante para la sociedad y las organizaciones. No estamos diciendo que el correo electrónico tendría un impacto negativo en la salud de los empleados de forma automática, sino que advertimos que el uso inadecuado del correo electrónico podría contribuir a presión que a su vez puede conducir a problemas de salud”.
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Los investigadores recomiendan a la gente tomar regularmente un descanso de sus correo electrónicos y evitar tener la aplicación abierta todo el día. Afirman que podría ser beneficioso acceder a los mensajes sólo cuando realmente quieres, en lugar de responder inmediatamente.
“De hecho, ¡podría ser mejor desactivar estas notificaciones por completo!” concluyó MacKinnon. “En lugar de ser útil, simplemente podría ser un mal hábito que las personas han desarrollado con el tiempo. Y como todos los malos hábitos, podría ser cambiado para mejor “.
En el futuro, los científicos planifcan avanzar con la investigación al examinar cómo la tecnología del correo electrónico y otras comunicaciones están ayudando a los empleados con fórmulas flexibles de trabajo y examinar la desventaja potencial de una cultura de trabajo “siempre activa”.