El pasado domingo 30 de enero, Cheslie Kryst, ganadora del Miss USA en 2019, se suicidó lanzándose al vacío en su apartamento en Nueva York generando estupor y lamento en el medio artístico.
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En especial, porque además de tratarse de una mujer de apenas 30 años, la también abogada se mostraba como una persona apasionada por las causas sociales y feliz con el éxito profesional alcanzado a su edad.
La presentadora de televisión había sido nominada al Emmy, se codeaba de las estrellas internacionales por su trabajo en la televisión y hasta animó la reciente edición del Miss Universo 2021, por lo que todo parecía ir bien.
No obstante, la oriunda de Michigan dejó algunas señales que mostraron que estaba luchando con su salud mental y que lo reflejó en su última actualización de Instagram antes de morir: “quizás este día te traiga descanso y paz”, escribió.
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Cheslie Kryst tenía preocupación por envejecer y sufría por las críticas
Tras su muerte, se han popularizado unas opiniones que escribió en un artículo para la revista Allure en el que se comprueba que pese a su desarrollo en la industria, la joven sufría producto de la presión social y no se encontraba satisfecha con su realidad.
“¿Por qué obtener más logros solo para obtener otra victoria? ¿Por qué buscar otra placa, medalla o artículo en mi currículum si es por vanidad, en lugar de por pasión? ¿Por qué trabajar tan duro para capturar los sueños que he estado enseñando a la sociedad cuando sigo encontrando solo vacío?”, escribió.
“Cada vez que digo ‘voy a cumplir 30′, me estremezco un poco. A veces puedo enmascarar con éxito esta respuesta incómoda con emoción; otras veces, mi entusiasmo se siente vacío, como una mala actuación”, agregó la reina de belleza.
Sus preocupaciones partían por cómo la sociedad critica, juzga y va alejando a las mujeres con el paso del tiempo.
“Una mirada sonriente y con ojos arrugados a mis logros hasta ahora me da vértigo por sentar las bases para más, pero cumplir 30 se siente como un frío recordatorio de que me estoy quedando sin tiempo para ser importante ante los ojos de la sociedad, y es exasperante”, añadió.
De hecho, ella sufrió en carne propia el body shaming y las críticas por su raza, lo que también deterioraron su salud mental.
“No puedo decirles cuántas veces he borrado comentarios en mis páginas de redes sociales que tenían emojis de vómito e insultos diciéndome que no era lo suficientemente bonita para ser Miss USA o que mi musculatura era en realidad un ‘cuerpo de hombre’”, aseveró.
