a reina Margarita de Dinamarca celebró el viernes 50 años en el trono de una de las monarquías más antiguas de Europa, aunque algunas de las festividades planeadas se pospusieron para septiembre por la pandemia.
El coronavirus, que también frenó las celebraciones públicas por el cumpleaños 80 de la popular monarca en 2020, obligó a algunos invitados a permanecer aislados para los festejos de dos días. Entre ellos está la hermana menor de Margarita, Ana María, antigua reina de Grecia, cuyo esposo dio positivo a COVID-19. Grecia abolió la monarquía en la década de 1970.
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Acompañada por su otra hermana, la princesa Benedicta, sus dos hijos, incluyendo el príncipe heredero Federico y sus esposas, Margarita colocó una ofrenda floral en la tumba de sus padres en la catedral de Roskilde, al oeste de Copenhague, donde la realeza danesa ha sido enterrada desde 1559.
También tuvo una junta de gobierno y asistió a una recepción en el Parlamento.
“Usted es un compás moral”, dijo Henrik Dam Kristensen, presidente del Parlamento Danés en un discurso. Kristensen señaló que Margarita es la primera reina de Dinamarca desde su homónima Margarita I, quien reinó de 1375 a 1412.
Aunque se realizaron algunas celebraciones el viernes, los eventos del jubileo programados para el sábado fueron pospuestos, incluyendo el saludo de Margarita a miles de entusiastas frente al balcón del Palacio de Amalienborg en Copenhague, un desfile por la capital en carruaje, una función de gala en el Teatro Real y un banquete festivo.
El 14 de enero de 1972, su padre el rey Federico IX, falleció tras una breve enfermedad. Al día siguiente Margarita, todavía con los ojos rojos por el llanto, se paró en el balcón del Castillo de Christiansborg en el centro de la ciudad y fue proclamada reina a los 31 años frente a una multitud.
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A lo largo de su reinado la monarca ha recorrido ampliamente el país y ha hecho muchos viajes al extranjero.
El año pasado viajó a los territorios autónomos de Dinamarca, las Islas Feroe y Groenlandia. También fue a Berlín para celebrar el centenario de la reunificación de Dinamarca con la región sur de la península de Jutlandia, que había estado bajo dominio alemán, en 1920.
Cuando tiene un receso de sus deberes reales, Margarita, actualmente la segunda monarca con el reinado más largo de Europa después de la reina Isabel II, suele pintar, dibujar e ilustrar libros, también crea textiles para la iglesia y bordados. Ha creado vestuarios y escenografías para varios ballets en los Jardines de Tivoli, el parque de atracciones en el centro de Copenhague.
Nacida el 16 de abril de 1940, una semana después de que comenzara la ocupación nazi en Dinamarca durante la Segunda Guerra Mundial, la pequeña princesa se convirtió en un símbolo de esperanza para muchos daneses durante los años de la guerra.
Pero se necesitó un voto para convertirla en reina. En 1953 la Constitución danesa fue cambiada tras un referendo en el que más de 85% de los participantes votó a favor de una sucesión femenina.
Al hablar durante el evento en el parlamento el viernes, la primera ministra danesa Mette Frederiksen comentó que permitir que Margarita fuera reina “fue una elección excelente”.
Previamente el trono danés había sido heredado únicamente por una línea de sucesión masculina, pero el ascenso del feminismo y el hecho de que Federico y la reina nacida en Suecia Ingrid tenían sólo tres hijas, cambió la opinión pública.
La Constitución danesa no le da a Margarita un verdadero poder político, pero ella es claramente versada en leyes y conoce el contenido de la legislación que debe firmar.
“Mi tarea principal y más importante es ser reina de Dinamarca y jefa de Estado”, dijo en una entrevista reciente de televisión. “Pero también estoy agradecida de poder expresarme artísticamente”.
Uno de sus más recientes proyectos son collages para una película del director danés galardonado con el Oscar Bille August, quien adapta una historia sobre un reino de cuento de hadas. Se espera que la película sea estrenada en 2023.
La popularidad de Margarita ha aumentado en parte por su manera directa de hablar en sus discursos anuales transmitidos por televisión, donde ha hablado acerca de ser menos “egoístas”, integrar a extranjeros o combatir la soledad.
En 2014, 82% de los participantes en un sondeo dijeron que no estaban de acuerdo en abolir la monarquía.
Hace una década, al celebrar su 40 aniversario en el trono, Margarita reflexionó sobre su papel y el futuro de la monarquía danesa diciendo: “No trabajas para mantener un puesto, trabajas para mantener a tu país”.
“Le entregas la vida a tu país”, dijo. En varias ocasiones Margarita ha rechazado la idea de que debería abdicar a favor de su hijo Federico de 52 años.