Alejandro Sanz se sincera en “Sanz”, un álbum que incluye su “canción más personal” hasta el momento y gracias al cual se ha podido sentir un poco más cerca de su difunto compadre Paco de Lucía.
En “Bio”, lanzada como sencillo previo al debut del álbum el viernes, cuenta medio declamando y medio cantando la historia de un niño que nunca se hubiera imaginado tener una Estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, como la que develó recién en octubre.
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“Ahora sí es verdad, es la canción más personal que he escrito en mi vida, porque eso siempre lo decimos los artistas, pero no siempre es verdad”, dijo Sanz en una entrevista con The Associated Press por videollamada desde Los Ángeles.
“Aquí cuento las oscuridades y las luces de lo que fue mi infancia, de cómo mis padres lucharon para que yo pudiera salir adelante y cumplir mis sueños, que no siempre fue fácil, que me sentía acomplejado muchas veces. A veces me intentaba hacer el duro, pero en realidad sufría mucho”, agregó.
“La rosa”, en tanto, tiene un estribillo compuesto inicialmente por De Lucía en su casa en Xpu Ha, en la península de Yucatán, y fue completada por Sanz a siete años de su muerte.
“Con Paco se creó una relación increíble, es padrino de mi hijo Dylan y siempre fue un apoyo muy grande. Yo todavía le echo mucho de menos cuando ocurren cosas como esta (su estrella); poder llamarle y contárselo yo sé que se sentiría muy orgulloso también”, dijo.
Además de guitarras flamencas, “La rosa” tiene toques de son.
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“A él le habría encantado escucharla así”, dijo Sanz, pues en sus últimos años De Lucía había pasado una temporada larga en Cuba. Poder hacer una colaboración póstuma con De Lucía fue para el cantautor “una sensación muy bonita, algo que solo te puede regalar la música, la sensación de recuperar a alguien que quieres con toda tu alma”.
En “Mares de miel”, una canción sobre alguien que regresa una y otra vez con su amada, con un video filmado en una carretera con un paisaje montañoso, Sanz hizo un homenaje a la música española de décadas pasadas.
“Queriendo rescatar algo de nuestras raíces, de la rumba más setentera”, dijo. “Quería rescatar un poco de ese ambiente en una canción que fuera realmente sin ningún tipo de complejo, abiertamente una rumba de las nuestras, de toda la vida, y creo que el resultado nos acerca bastante a ese recuerdo”.
Al recibir su estrella de Hollywood, que se suma a sus 25 Latin Grammy y cuatro premios Grammy, Sanz recordó a sus fallecidos padres. Su papá era músico y su mamá terminó por introducirlo a él en la música como una actividad extracurricular, cuando la escuela de karate a la que quería inscribirlo estaba cerrada.
“Se han perdido un gran karateca”, bromeó Sanz en la ceremonia. “Creo que por eso mi madre no quería que yo fuera músico, porque vivió toda su vida con un músico. Mi padre se iba de gira y se quedaba muchos meses fuera de la casa, peleando para poder traer la comida a casa. Mi madre se sintió muy sola en muchas etapas de su vida al principio”.
“La verdad es que la influencia de mi padre fue muy importante en el sentido de que yo crecí con eso de la música en casa, me abrió el apetito por querer mostrar mis sentimientos a través de la música y quererme expresar a través de ella. Eso se lo tengo que agradecer a él”.
Durante su discurso, también dedicó dulces palabras para sus hijos: Manuela, Alexander, Dylan y Alma. De ellos, Alexander es de momento quien ha continuado con el legado musical de la familia y ya tiene más de una decena de canciones producidas que le ha compartido a Sanz.
“Empezó haciendo un rap y un trap bastante mal hablado, dificilón de escuchar, y después de viajar por España y ver un poquito el proceso del disco que estábamos haciendo, me confesó que le había cambiado un poco el chip”, dijo a AP. “Estoy muy orgulloso de él”.
Manuela, por su parte, estudia diseño de modas y vive en México.
“Tiene un talento increíble, una mano prodigiosa para dibujar y sobre todo una inteligencia emocional y muy creativa, también muy trabajadora”, expresó. “Estoy muy orgulloso de ellos. Creo que con sus herramientas y con las circunstancias en las que han vivido han sabido sacar lo mejor”.
“Y mis pequeños son mi vida”, agregó en la entrevista. “Que sean lo que quieran ser, que yo estaré ahí siempre para intentar que les sea lo más fácil posible o para que sepan lo importante que es luchar por lo que uno tiene”.
En la ceremonia tuvo como invitada de honor a la actriz mexicana Yalitza Aparicio, quien viajó desde Oaxaca para acompañarlo y dio un emotivo discurso en el que hizo referencia a algunas de sus canciones de Sanz favoritas.
“La sigo mucho por redes y hablamos de vez en cuando”, contó Sanz. “Me parece primero una actriz increíble tan representativa de lo suyo, tan comprometida con todo lo que tiene que ver con que todo esté mejor, sobre todo una mujer que representa tantísimos valores a mí me parecía que era el momento idóneo para que estuviera aquí y obviamente no ha defraudado, me ha emocionado”.
Como comparte en “Bio” y otras de sus canciones, Sanz recalcó que fue un muchacho tímido pero que eso no es una rareza en el mundo del espectáculo.
“Los artistas más grandes que he conocido, en el fondo todos han sido gente muy tímida que vencía su timidez… El mismo Paco de Lucía decía que se había convertido en un guitarrista porque le daba vergüenza cantar”, dijo.
“A cualquiera que sea tímido, que tenga miedo, que no tenga dudas de si dedicarse o no a la música, de si él o ella puede. Claro que puede”, afirmó. “Estoy seguro que tiene dentro algo muy importante que contar”.